Antes que nada queremos recordarte que tu cuerpo es hermoso, con lo que te gusa de el, lo que odias, incluso con todo eso que te cause inseguridad o te de un pequeño dolor de cabeza. Así que es de suma importancia que nunca le des importancia a los comentarios que otros puedan decir. De ahí parte el body Shaming, de esos chismes que va generando otra persona del cuerpo de alguien más. Es bastante triste ya que en lugar de sumarnos cosas buenas solo termina siendo un desastre muchas veces.
Ahora que body shaming de manera textual es avergonzar o burlarse de alguien por la apariencia de su cuerpo, así de simple. Es normal que eventualmente cualquiera se equivoque y diga algo inadecuado sin pensarlo, el problema parte cuando se hace algo recurrente que puede lastimar a otros. Bien dicen que no hagas lo que no quieres que te hagan. Ya estamos prácticamente en el 2022 como para seguir normalizando estas actitudes bastante negativas.
Ahora que si te preguntas en que manera te puede afectar el body shaming, es un tema muy muy complejo. Al paso del tiempo cuando una persona escucha muchos malos comentarios sobre si mismo termina por creerlos. Generando un baja autoestima, dejando que ese comentario abrume 24/7 a la persona hasta terminar ahogado en sus pensamientos sobre lo que otros digan.
Es algo que podemos ver en persona pero que en las redes sociales se ha salido de control al ver que cualquier persona puede opinar sobre otro. Es tanto el ego o la confianza de uno mismo que no se mide el tamaño de lo que puede interferir en la vida de otro nuestras acciones.
Así que es momento de darle la vuelta y empoderarse con puro amor propio para que esta clase de conceptos pierda valor. No es como si se tenga que vivir sin poder opinar algún tema, el punto es cómo se dice y a quienes. Es tanta la carga emocional que le damos a las palabras de otros que lo último que hacemos es poder apapacharnos a nosotros mismos.
Todo se trata de pensar en que no sabemos si se va a vivir mucho o poco tiempo, el punto es vivir plenamente felices, amando lo perfectamente imperfecto que es nuestro cuerpo. No prestando oídos a lo que alguien pueda opinar de nosotros. Cuando entiendes esto, la vida se vuelve más sencilla y sin tanta carga de vivir siendo una persona perfecta” pero no feliz.
Es tan simple como cambiarlo nosotros mismos, desde pequeñas acciones como valorar y agradecer todo lo que tenemos. Nuestro cuerpo es solamente de nosotros y es lo único que importa. Trata de ver a tu cuerpo como un templo, lleno de amor, buena salud y apapachos. Nada de prestar atención a lo malo, eso solo lastima el alma.
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