Desde que se anunció a Qatar como el país anfitrión de la copa del mundo en un lejano 2010, la preocupación por muchas cosas se notó, pero una de ellas fue algo obvio para los que saben cómo funciona el mundial: la venta de alcohol.
Qatar es un país con reglas muy estrictas y durante estos años se han mantenido pláticas para asegurarse que fans de todo el mundo se sientan cómodos y seguros, pero que al mismo tiempo respeten las leyes y tradiciones de la nación islámica. El problema es que en los últimos meses y ahora, solo a dos días de que la contienda mundialista empiece, Qatar está cambiando las reglas del juego.
La venta de cerveza ha sido uno de los principales puntos de controversia, pues aunque antes del torneo sí era posible encontrar bebidas alcohólicas en la nación, su venta era muy controlada y muchas veces solo se podía conseguir en restaurantes de hoteles a precios muy altos. Ante la llegada de cientos de miles de aficionados, se habló de permitir la venta de alcohol en ciertos puntos estratégicos y recientemente se dijo que los estadios eran uno de ellos.
La decisión de prohibir la cerveza se produce una semana después de un edicto anterior de que docenas de carpas rojas de cerveza con la marca Budweiser se trasladarían a lugares más discretos en los ocho estadios de la Copa del Mundo, lejos de donde pasaría la mayoría de las multitudes que asisten a los partidos.
A los miembros del personal de la Copa del Mundo se les dijo que la medida siguió los consejos de seguridad. Pero la creencia de que el cambio se originó con el jeque Jassim bin Hamad bin Khalifa al-Thani, hermano del emir gobernante de Qatar y miembro de la realeza más activo en la planificación diaria del torneo, sugirió que no era negociable. Un funcionario involucrado en el proceso dijo que los funcionarios de la FIFA estuvieron de acuerdo porque les preocupaba que, de no hacerlo, se arriesgaran a que las concesiones de Budweiser se cerraran por completo.
Aunque los asistentes aún podrán comprar bebidas alcohólicas en las zonas para fans, estas no están dentro de los estadios, donde la única venta y consumo de alcohol está reservada para las suites donde miembros de la FIFA y los asistentes más privilegiados podrán consumir desde cerveza, vino y hasta una champaña especial de la FIFA.
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