Seguramente en más de una ocasión te has visto bostezando inmediatamente después de que la persona con la que estás lo ha hecho, y es que aunque no tengas la sensación de sueño, cansancio, hambre o aburrimiento, incluso pensar en un bostezo puede provocar este movimiento involuntario. ¿Curioso, no?
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Los bostezos regulan la temperatura cerebral, ese es el principal motivo por el que nuestro cuerpo lo hace. Si la temperatura del cerebro se aleja demasiado de lo normal, la inhalación de aire puede ayudar a relajarlo/enfriarlo. Piénsalo y considera que pasa habitualmente cuando hace calor o después de que terminaste de comer.
Otra de las razones por la que puedes bostezar es porque tu cuerpo quiere despertarse. El movimiento ayuda a estirar los pulmones y sus tejidos, y permite que el cuerpo flexione sus músculos y articulaciones. De igual forma, estimula la sangre hacia tu cara y cerebro para aumentar el estado de alerta.
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Una vez que tenemos un poco más claro los motivos de un bostezo, contestaremos esa duda ¿por qué pareciera que se contagian? Esta reacción natural del cuerpo es definitivamente contagiosa. Se debe a la activación de la corteza motora primaria del cerebro y no es nada más que un impulso neuronal que prolifera a manera de eco, es decir, una repetición automática de las acciones de otros.
La psicología humana también explica este fenómeno como una señal de empatía y unión. Sin embargo también hay gente que es más o menos propensa a contagiarse de un bostezo debido a las reacciones neurotransmisoras individuales y no tiene nada que ver con las tendencias psicopáticas o sociopáticas de cada quien.
Aunque sí debemos mencionar que la capacidad de resistirse a un bostezo, ya sea viéndolo en vivo o con una simple foto o vídeo es limitada, pues incluso aunque trates de reprimirlo, pronto terminarás haciéndolo. Es probable que la lectura de esta nota ya te haya hecho bostezar, ¿apoco no?
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