En CDMX tenemos una gran variedad de opciones para desayunos y brunch, pero tenemos que decirte que uno que no te puedes perder es Mari Gold, donde la vibra es única y los sabores nos enamoraron.
Este restaurante, de los chefs Norma Listman y Saqib Keval (también creadores de otro must de la ciudad: Masala y Maíz), abrió sus puertas en Protasio Tagle 66A de la San Miguel Chapultepec hace tres años y, aunque abre para desayuno y comida, nosotros te lo recomendamos para un brunch largo con mucha plática.
El local es minimalista, con una larga mesa comunal y otras mesas pequeñas en la terraza. No es muy grande, así que te recomendamos hacer una reservación previa: va a valer la pena. Se sentirá como estar en una casa familiar donde cocinan delicioso, y se vale platicar con tus compañeros de mesa y preguntar por recomendaciones a los meseros, además de pedir platillos para compartir. Toda la filosofía de los chefs se basa en la comunidad y el respeto a la historia y los ingredientes.
Qué pedir si vas a Mari Gold
Como en Masala y Maíz, se unen los sabores de México e India, de una manera espectacular que inicia con las bebidas: puedes pedir un café, un chai (de los mejores de la ciudad), atole del día o hasta champurrado y te llegará en una hermosa vajilla de barro. También recomendamos que preguntes por su carta de vinos, con selecciones súper interesantes, o una michelada con chamoy hecho en casa.
Para la comida, si no puedes vivir sin un desayuno mexicano, las enfrijoladas son increíbles, al igual que los chilaquiles (la salsa es de las más delis que hemos probado), o un bisquet con huevo y mole coloradito. Para algo un poco más experimental, el seekh kebab es perfecto para compartir y armar a tu elección, y las picadas de maíz con chutney son diez de diez. Si tienes mucha hambre, dos opciones son la hamburguesa especiada con masala berbere y alitas vindaloo.
Y como en ocasiones especiales se vale pedir postre de desayuno, te recomendamos dejar espacio para uno. Nosotros intentamos compartir los hot cakes con mantequilla de maracuyá y dulce de leche y acabamos pidiendo otros. También son un clásico sus donas old-fashioned (apártalas desde que llegues porque se acaban temprano) y el hali doodh fadoola, una opción fresca con leche de cúrcuma, fideos de arroz, helado de coco, mango y chía.
Finalmente, otra razón para amar Mari Gold va más allá de la comida: nos encantan sus iniciativas valientes y distintas como los días de Come y Paga lo que Puedas, sus colaboraciones con distintos chefs y su compromiso claro con varias causas sociales y políticas.
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