Así como la pintura más buscada en el mundo es la Mona Lisa, ¿te has preguntado cuál sería esa gran pieza de arte en México? De hecho, serían varias las pinturas más famosas en CDMX, porque en el país ha habido importantes artistas que han dejado cuadros que ya son icónicos, incluso para quien viene de fuera. Por ejemplo, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda”, o “El Valle de México” viven incluso en nuestro imaginario, pero para que las puedas apreciar en vivo, te decimos dónde están expuestas.
Pinturas más famosas en CDMX y dónde verlas
“Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz”
Pintada por Miguel Mateo Maldonado y Cabrera, en realidad es una obra que se hizo después de que la llamada “décima musa” muriera. Por eso hay demasiados elementos simbólicos en la obra, justo para representar todos los dones de la escritora: desde libros hasta su hábito de la orden de las jerónimas, así como frases en latín. Puedes verlo en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec.
“Sueño de una tarde dominical en la Alameda”
Uno de los tantos trabajos icónicos de Diego Rivera, aunque en realidad no se trata de una pintura, sino de un mural de 15 metros y 35 toneladas. Destaca por incluir a diversos personajes de la cultura popular, como la catrina, la propia Frida y hasta Porfirio Díaz, pero sin duda da para un análisis más profundo de todos los actores ahí retratados. Se encuentra en el Museo Mural Diego Rivera.
“El Valle de México”
José María Velasco fue tan disruptivo para su época que en lugar de centrarse en las personas, nos regaló vistas impresionantes de los paisajes. De manera particular, este cuadro lo hizo desde el cerro del Tepeyac, y nadie puede dejar de asombrarse por los colores, la composición y sobre todo la tranquilidad que se siente al ver la obra. Está en el Museo Nacional de Arte.
“La ofrenda”
En esta obra de Saturnino Herrán vemos una de las festividades preferidas de los mexicanos: todo lo relacionado con el Día de Muertos. Además, el cuadro está cargado de simbolismos, ya sea en la trajinera, la familia que viaja en ella y que se ha interpretado como las etapas de la vida, y la muerte misma, representada en la flor de cempasúchil. Está también en el Museo Nacional de Arte.
“Las dos Fridas”
Este cuadro se pintó en 1939 e incluye varios de los elementos más representativos en la vida de Frida Kahlo: la indumentaria mexicana, el desamor, los dolores físicos y sobre todo el desdoblamiento para acompañarse en momentos de soledad. Algo así como el abrazo a una amiga imaginaria, esta pintura es un reflejo del corazón y la mente de la artista. Hoy se encuentra en el Museo de Arte Moderno.
“La creación de las aves”
Magia, un viaje al mundo de los sueños y por supuesto la marca del surrealismo, es lo que vemos en esta pintura de Remedios Varo, en la que una figura imaginaria da vida a las aves. Hay en el cuadro también referencias a la música y los deseos del corazón, desde el cual parecen emerger las creaciones más bellas. Se dice que es una autorrepresentación de la propia artista, que se vea a sí misma como un personaje creador. También está en el Museo de Arte Moderno.
“Katharsis”
Si se habla de muralismo, también hay que incluir a José Clemente Orozco, sobre todo con este mural en el que se critica la guerra, el maquinismo y las políticas de masas de la era moderna. A pesar de ser una obra caótica al primer vistazo, en realidad parece reflejar un poderoso mensaje contra la sociedad y al parecer quemarlo todo para empezar de nuevo. Está pintado en el muro oriente del Palacio de Bellas Artes.
“Coronelazo”
El autorretrato más representativo de otro de los grandes muralistas mexicanos, David Alfaro Siqueiros. En esta obra se conjugan las preocupaciones del artista, como la lucha y la libertada, además de referir su pasado como voluntario durante la Guerra Civil Española. Esta obra se encuentra en el Museo Nacional de Arte.
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