Pensar mucho no siempre es bueno para la salud de las personas. Es increíble ver todas las posibilidades que pueden pasar al momento de pensar si algo es bueno o malo para ti. El problema parte cuando ya las piensas mucho y en lugar de tener una idea clara solo terminas confundido y sin saber lo que deberías hacer.
Con esto no significa que debas actuar por actuar, claro que es importante pensar las posibilidades de lo que puede pasar siempre y cuando no dañe tu estabilidad. En el momento que comienza a afectarte directamente todo cambia. Puede provocarte ansiedad o incluso estrés el estar expuesto a tanta información sobre algo.
El pensar mucho las cosas solo crea un auto sabotaje en el que en lugar de ayudarte solo creas miedos e inseguridades que en lugar de hacerte crecer como persona solo se van convirtiendo en cadenas que te mantienen atado a pensamientos negativos y tóxicos. Te compartimos algunos hábitos que pueden hacer la diferencia para que no sobre pienses las cosas y puedas dejar que todo fluya como se debe.
Ponte plazos
Pensar mucho crea que tus ideas empiecen a divagar en lugar de definir algo. Ponte límites en los que establezcas un tiempo determinado para tomar alguna elección importante. Eso permite que puedas tomar una elección con calma pero tampoco dejes demasiado la imaginación como para crear pensamientos que no aporten nada.
No lo dejes en palabras, hazlo
Cuando te propongas algo cumple de verdad. Si dejas que la cabeza solo se imagine lo que bien pudiste hacer realidad solo te atormentas a ti mismo. Puedes crear una lista de cosas que quieres lograr y enfoca esa energía en hacerlo realidad. Se trata de hacer lo que te ayuda a ser mejor y desechar los pensamientos malos. Pensar mucho no aporta, toma acciones y hazlo posible.
No te permitas caer en miedos
Cuando acumulas un exceso de pensamientos solo te lastimas a ti y a las personas que te quieren. Seguramente alguna vez te preguntaste si podrías hacer algo mejor o cuestionarte si eres bueno para algo. El crear miedos solo hace que te sientas una persona con menos potencial que otras. Sacude todas esas ideas malas y mejor enfoca tus pensamientos en lo que si puedes hacer. Eso que te hace sentir especial. Aprecia lo capaz que eres de hacer muchas cosas.
Respira
La vida corre tan rápido hoy en día que las personas son incapaces de tomarse un momento de respirar y poder ponerse en paz. Poder expulsar todos esos sentimientos o malestares hacen una diferencia. Toma un momento al día para apreciar la forma en que respiras, escucha y suelta. Meditar es una manera de mejorar tus días y te ayudan a poder controlar tus pensamientos.
Conecta contigo mismo
El punto que puede influir y variar entre vivir una vida de calidad o una apresurada es conectar contigo. Una persona que se conoce sabe sus fortalezas y puntos a mejorar. Mientras te mantengas bien contigo y te quieras por lo que eres nada ni ningún pensamiento va poder cambiar eso. Vive el aquí y ahora siendo la persona que quieres ser.
Es claro que cada persona enfrenta una lucha interna con sus pensamientos pero lo importante es no perderse en el camino. Es hacerle cara a esos momentos de miedo y ansiedad que te atormentan. Si quieres pensar un poco las cosas hazlo, solo no permitas que te superen esos pensamientos. Se trata de sentirte seguro de tus elecciones y de cada cosa que hagas o decidas. ¡Fluye!
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