Cuando escuchamos la palabra ozono, lo primero en lo que pensamos es en la capa que se extiende sobre la tierra y lo relacionamos con calentamiento global. Sin embargo, el ozono como sustancia también se utiliza en el ámbito médico en un tratamiento llamado ozonoterapia.
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Éste propone el uso de este gas (O3) para tratar enfermedades con sus propios beneficios. Por ejemplo favorece la cicatrización, aumenta la oxigenación en tejidos, regula el sistema inmunológico y mejora la capilaridad de vasos sanguíneos, y además tiene un efecto bactericida, fungicida, antiviral, es decir combate infecciones.
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Cabe destacar que el ozono para uso médico se logra por el paso de oxigeno puro por una descarga eléctrica de alto voltaje y alta frecuencia, produce un gas con distintas concentraciones de O3 que va de acuerdo con la patología y el tratamiento que se llevará a cabo. Puede ser por autohemoterapia (mayor y menor) un procedimiento que extrae sangre y ésta se mezcla con ozono y se reinfunden en el paciente, instramuscular y subcutánea. Por lo que puedes decidir con cuál te sientes más cómodo.
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Se recomienda para aquellas personas con enfermedades crónico degenerativas (síndrome metabólico, Asma, Artritis Reumatoide, fibromialgia, Colitis, Alzheimer) enfermedades autoinmunes (psoriasis, lupus eritematoso sistémico, colitis ulcerosa crónica inflamatoria, artritis reumatoide), padecimientos musculo esqueléticos (como la osteoartritis, fibromialgia, hernia discal, lumbalgias) y cefaleas, depresión, acné y hasta celulitis.
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