Oppenheimer es una de las películas más importantes de los últimos tiempos. El trabajo de Christopher Nolan, conocido por películas de ciencia ficción, acción y guerra, llega a la cumbre con una cinta ambientada en distintos momentos clave de la Segunda Guerra Mundial donde no hay grandes batallas aéreas o navales, sin embargo, sí hay un momento clave que transformó al mundo por completo.
Oppenheimer es un intento por ponernos en la piel de un hombre que tiene las manos llenas de sangre y que sin embargo empujó los límites de la ciencia para intentar frenar la expansión de la guerra. Se trata de una obra visual que de verdad NECESITAS ver en una pantalla grande.
Un retrato fiel de Oppenheimer
No podemos decir que se trata de una película que busca mostrar de manera 100% objetiva lo que sucedió, pero más allá de glorificar o satanizar a uno de los personajes más complejos de la historia moderna, la película busca enseñarnos qué es lo que vivió el creador de la bomba atómica y cómo procesó la culpa que sentía en sus manos.
Un cast legendario
Cillian Murphy y Emily Blunt merecen todos los premios que puedan existir para esta película, pero esa es sólo la punta del iceberg. Muchos podrían decir que estas son las actuaciones más grandes de personas como Robert Downey Jr. Matt Damon, Josh Hartnett y más. Durante tres horas llenas de conversaciones, discusiones y peleas, el talento más grande de Hollywood brilla como nunca.
El toque de Nolan
Parece que todas las películas del director han sido parte de un ensayo para ejecutar Oppenheimer a la perfección. En la cinta podemos ver su juego con líneas temporales, la construcción del suspenso, las crisis emocionales y existenciales y mucho más. Aquí hay elementos que vimos en Memento, Dunkirk, Inception y más.
Una experiencia hecha para el cine
Muchas películas son hechas para disfrutar en la pantalla grande. Desde Gravity hasta The Irishman (que fue estrenada en Netflix), pero Nolan grabó específicamente para pantallas IMAX y lo hizo en 70mm. Pocas pantallas pueden reproducir ambas cosas, pero en la CDMX sí hay muchas pantallas IMAX para ver la cinta en el formato que Nolan quiere, y en verdad, hay pocas experiencias visuales como llegar al climax de la película y verla en su máxima expresión.
Recordar por qué amamos el cine
Estamos en una época donde se estrenan más películas que nunca, pero Oppenheimer, con sus titánicas tres horas de duración, va más allá que muchas películas actuales en su búsqueda por demostrar que el séptimo arte aún tiene mucho que decir. Tal vez la cinta está basada en un libro, pero se trata de un producto que simplemente tenía que existir de manera audiovisual para que pudiéramos intentar entender un momento tan crítico en la historia de la humanidad.