Oliebollen: prepara este postre tradicional en Año Nuevo 

Sí, en Holanda es tradición comer un buñuelo en Año Nuevo, pero no se trata de cualquier postre o manjar: hablamos de las oliebollen. Te compartimos la historia y receta para preparar este snack frito de medianoche crujiente pro fuera y suave por dentro, en otras palabras, irresistible.

¿Qué son las oliebollen?

Los oliebollen, pequeñas bolas de masa que se fríen en una sartén con aceite (de ahí el nombre: bolas de aceite), se comen tradicionalmente a medianoche en la víspera de Año Nuevo en los Países Bajos.

Crujientes por fuera pero suaves y jugosos por dentro, frecuentemente vienen con pasas o manzana y puedes añadir otros ingredientes a la masa como canela o manzana. Este dulce festivo se espolvorea con azúcar glass justo después de freírlo y es mejor comerlo ligeramente tibio. 

Hoy en día, las oliebollen no son necesariamente un postre sofisticado, se pueden comprar en los food trucks de las estaciones de tren por todo Holanda, pero la costumbre en la noche de Año Nuevo es comerlas, por supuesto, con champán.

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¿Por qué se comen en Año Nuevo?

Seguramente te preguntarás: ¿Qué tienen que ver unos buñuelos fritos con el fin de un año? Empecemos por la leyenda detrás de este platillo.

Algunas teorías sugieren que la oliebol llegó a los Países Bajos desde Portugal y España por inmigrantes judíos en el siglo XV. Este postre puede estar relacionado con la sufganiyah, un buñuelo que se come tradicionalmente durante Hannukkah. De hecho, durante la Edad Media en Portugal ya había un manjar que se parecía mucho a un oliebol.

Pero la historia favorita, y la más conocida de las oliebollen tiene que ver con una bruja. Supuestamente las tribus germánicas de los Países Bajos comían oliebollen durante Yule, el período entre el 26 de diciembre y el 6 de enero, para protegerse de la diosa malvada conocida como Perchta o Berchta, que abría la panza. Sí, la cruel diosa pagana volaba y, para alimentarse, abría el estómago de las personas que se cruzaban en su camino.  ¿La solución? Las oliebollen con sus residuos aceitosos que harían que la espada de Perchta se resbalara.

Así los bátavos y los frisios comían esta masa grasosa alrededor del cambio de año para escapar de la diosa germánica. Se creía que en el invierno, ella rondaba por ahí. Además, según la leyenda, solo aquellos con vientres gordos llenos de esta masa grasosa se salvaban.

Algunos holandeses creen que la práctica se originó en la Edad Media. En esta época era común que la gente ayunara entre San Martín (11 de noviembre) y Navidad. Después de que este período de ayuno las “tortas de aceite”, llenadoras y vastas, eran perfectas para el período invernal. En la época entre Navidad, Año Nuevo y la Epifanía, también era una costumbre medieval tardía que los pobres y los vagabundos fueran de puerta en puerta para conseguir algo de comer a cambio de un deseo de Año Nuevo o una canción.

Los oliebollen podrían haber sido parte de esa tradición porque eran fáciles y accesibles de hacer (y, claro, deliciosas).

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Receta para 12 oliebollen en Año Nuevo (de postre o a medianoche)

Ingredientes

  • 200 g harina para pan
  • 1 cucharada de azúcar extrafino
  • 5 g de sal
  • 7 g de levadura
  • 200 ml de leche, temperatura ambiente
  • 80 ml de agua
  • 1 cucharada de mantequilla derretida o aceite
  • 2 litros de aceite o manteca (para freír)
  • Azúcar glass para espolvorear 

Preparación

  1. Mezcla la harina, azúcar, sal y levadura en un tazón (puedes usar una batidora eléctrica).
  2. Añade la leche, agua y mantequilla derretida (o aceite) y bate hasta obtener una masa  suave. La mezcla debe quedar espesa y húmeda (menos líquida que la masa de un panqueque).
  3. Cubre el bowl y deja reposar la mezcla durante 45 minutos.
  4. Calienta el aceite a 180C en una sartén para hervir. Puedes verificar que el aceite está listo cuando un cubo de pan se dora en 60 segundos.
  5. Usa una cuchara para servir helado. Haz scoops con la mezcla de tu bowl y ponlas delicadamente en el aceite.
  6. Deja que las bolas se frían por 5-6 minutos de cada lado o hasta que queden doradas.
  7. Transfiere las bolas a una bandeja con servitoalla mientras preparas las demás.
  8. Sírvelas y espolvorea generosamente con azúcar glass.