Hay un nuevo restaurante en la Roma que seguro se volverá protagonista de la zona (y la ciudad) en poco tiempo: se llama Octavia, y entre las razones de nuestro veredicto están la ubicación, el ambiente, la atención, el cuidado a los detalles, la presentación de los platos y por supuesto los platos y su chef. Octavia es de esos fenómenos que no ocurren siempre en la ciudad, pero que una vez que llegan, hay que aprovecharlos.
El spot está a cargo del galardonado chef Jonatán Gómez Luna, un apasionado promotor de la gastronomía mexicana que ya tiene una estrella MICHELIN en su carrera (Le Chique, Cancún), así como otros premios y menciones que ponen de manifiesto su talento en la cocina. Ahora, desde Octavia, ha creado una experiencia de alta cocina contemporánea en la que hay ingredientes locales de primera calidad, técnicas pulidas y un amplio respeto por las recetas y procesos ancestrales del país.
Recientemente visitamos este spot y comprobamos toda la experiencia: desde el espacio hasta el recorrido de sabores por diversas regiones de México con presentaciones que hacen de un plato toda una muestra de creatividad.
¿Qué pedir en Octavia?
El concepto apunta a un viaje por varios platos a la vez, por lo que solo hay menús degustación en dos opciones: Nuestra Tradición y Evolución” El primero es de 3 tiempos más botanas, mientras que el segundo es de 18 tiempos divididos en botanas, entrante, mar, tapa plato, principales y mundo dulce. Ambos se elaboran con ingredientes exclusivamente de temporada, así que algunos platillos pueden estar sujetos a cambios respecto a la promesa de la carta.
En nuestro caso, pedimos dos menús Nuestra Tradición” en el cual comienzas con 3 botanas y luego eliges entre varias opciones de cada tiempo. En el entrante nos fuimos por el vichyssoise (una crema fría de origen francés hecha con poro), además de pera, caviar y chipotle rallado, y por un aguachile con camarón, callo, polvo helado y nieve. Ojo, el espectáculo de presentación de este plato es tan vistoso como su sabor perfecto.
Para el principal escogimos la tetela de pulpo con longaniza de Valladolid y chirmole (una salsa del sur de México), y el pork belly acompañado de un mole de Xico que pide forzosamente una tortilla para bordear el plato. Terminamos con el postre: “No todo lo que brilla es oro”, una mezcla de texturas inspiradas en el chocolate que producen toda una fiesta en la boca, y la nube cítrica, un recuerdo al algodón de azúcar en una presentación tan original, que no querrás deshacerla.
Todos los platos son gratas sorpresas: hay bocados que explotan en la boca, otros son tan fotogénicos que debes tener la cámara siempre encendida, y algunos te harán sentir que inmediatamente te transportas al mar o los fogones de leña. Pero sin duda son tan ricos, que pensamos explorar los faltantes.
En cuanto al vino, hay opciones de maridaje creadas ya para cada tipo de menú, o la posibilidad de copeo y botellas de regiones tan diversas como México, Francia, España, Italia, Nueva Zelanda o Portugal, lo mismo en etiquetas de costo regular que otras valoradas por su excepcional producción. De hecho, su carta es tan extensa e interesante, que merece varias visitas tan solo para conocerla.
¿Por qué nos encantó Octavia?
Sin duda, porque es un lugar especial para una ocasión singular. Claro que acepta conversaciones y sobremesas de amigos y familias amplias, pero sobre todo está hecho para celebrar una buena comida en un espacio ameno que mezcla lo mismo modernidad con tradición. No es un lugar de manteles blancos, pero bien merece el título de una experiencia elevada y muy sofisticada que se toma el debido tiempo para disfrutarla.
Además, forma parte del nuevo hotel boutique Maison México, que une el concepto de hospedaje con la historia de una casona antigua, un diseño muy cuidado y dos ofertas culinarias destacadas: Octavia y un Raw Caviar Bar en el roof top. Por eso creemos que va a trascender entre las opciones gastronómicas de la ciudad y muy pronto todos van a querer conocerlo. ¿Y lo recomendamos? Por supuesto que ya queremos volver.
Encuentra este spot en Valladolid 96, en la Roma.
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