Estamos ansiosos, estresados y nuestro humor no está para muchas cosas, por eso cuando cosas buenas llegan, hay que aferrarnos a ellas. Una de esas cosas es el disco de The Weeknd, After Hours, su primer disco de larga duración desde Starboy de 2016.
The Weeknd vive en esos rumores que tienen más tintes de verdad que de mentira. Sus canciones muchas veces hablan de relaciones rotas y desamor (por eso todos consideran My Dear Melancholy, su EP de 2018, como el disco sobre Selena Gómez), por lo que muchos consideran que el nuevo disco gira en torno a una de sus relaciones más importantes, la que tuvo con Bella Hadid.
Sea o no cierto, este disco demuestra la evolución de Abel Tesfaye como compositor y productor. No sólo sus letras son capaces de abrir un vacío emocional hasta en las personas más enamoradas, su música logra ponerte a bailar sin importar lo anterior, un verdadero logro para un disco con tan altas expectativas.
Con la asistencia de Kevin Parker, Dre Moon y hasta un sampleo del gran Elton John en la canción Scared to Live, el disco cuenta con un equipo creativo que cimienta las bases de lo que seguramente se convertirá en un clásico, pero a diferencia de su disco anterior, este no cuenta con colaboraciones en ninguna canción.
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