Cada ciudad tiene su propio misticismo, pero es innegable que Nueva York fue la ciudad del siglo XX y en las últimas dos décadas, ante la imposibilidad de la mayoría de viajar a lugares como Dubai o Singapur, continúa estando en la mente de la mayoría como un ícono del presente, incluso del futuro.
Pero hay una diferencia entre el Nueva York que visitamos y el que se vive. Todos quieren ser neoyorkinos, pero como los mismos ciudadanos te lo dirán, es algo que no se gana con un par de visitas de una semana, ni siquiera con una residencia de unos cuantos meses. Para considerarte uno de los verdaderos new yorkers, debes vivir, respirar y sobre todo sufrir la ciudad.
Esta experiencia no es para todos, pero gracias a la música podemos tener una idea de qué significa ser de Nueva York, un hervidero de voces e historias donde ninguna es la misma, pero todas completan parte de un rompecabezas que es la Gran Manzana. Estos discos han sido considerados clásicos por sus propios términos, pero también han sido elogiados por la ciudad, por contar las historias que suceden en las calles, la manera en que trata a sus habitantes, la mentalidad que les genera y a veces las glorias que trae.
Nueva York es una ciudad única y estos discos lo demuestran. ¡Disfrútalos!
Patti Smith – Horses
El disco debut de Patti Smith concentra la escena musical de la época en Nueva York, pero también expone muchas de las ideas de los beat y hipsters que antes que ella hicieron de la ciudad el centro del arte y la cultura. En Horses encontramos la poesía de Smith mezclada con la vida en la ciudad, ese sueño que todo artista desea, aunque Smith ha sido clara en que se trató de algo que se vivió en el momento y que es difícil de replicar en esta época (y aunque muchos lo romantizan) ser un artista hambriento en Nueva York no es tan divertido como parece.
Public Enemy – Fear of a Black Planet
El hip-hop nació en Nueva York, en las calles de los barrios negros y desde entonces se ha expandido por todo el mundo, mutando y adaptándose a cada lugar, pero discos como el de Public Enemy muestran cómo el género evolucionó en su lugar de origen. Sampleos, rimas en verso cargadas de crítica social y un imaginario casi cinematográfico (que después directores como Spike Lee explotaron en verdad) te hacen conocer la historia del hip-hop tanto como la ciudad que lo vio nacer.
Yeah Yeah Yeahs – Fever to Tell
El nuevo milenio trajo un nuevo sonido. Muchos lo conocieron gracias a The Strokes, pero el disco debut de Yeah Yeah Yeahs, logra evocar algo más allá de esa primera oleada del nuevo milenio, de una manera resume los años de vida de la escena underground de Nueva York, desde The Ramones y New York Dolls, hasta LCD Soundsystem y The Rapture. Una manera abstracta de conocer el sonido de la ciudad que moldeó las listas de popularidad.
Gil Scott-Heron – Pieces of a Man
Protesta hecha poesía y esa misma poesía musicalizada con los ritmos de jazz, funk, soul y más. El dolor humano hecho arte es una manera de describir el disco de Gil Scott-Heron, quien hizo de la lucha racial una parte esencial de su obra, ¿y de dónde salió toda esa inspiración? De las calles de Nueva York.
Nas – Ilmatic
Para algunos no hay otro disco que revele la realidad de Nueva York como Ilmatic. Así como Notorius B.I.G. y otros raperos de la época, Nas simplemente llevó toda la experiencia de su vida en la ciudad al estudio y el resultado fue uno de los mejores discos de la historia. Una obra de arte de principio a fin que nos deja claro lo que es la vida en Queensbridge, un lugar donde morir es tan fácil como dar vuelta en el lugar equivocado.
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