Entre las muchas virtudes que tiene Luis Miguel, quizá la más grande -además de su voz- es su capacidad para reinterpretar canciones y hacerlas suyas sin dejar rastro de la original. Las letras de escritores europeos, latinoamericanos y americanos han figurado en su catálogo y, aunque casi siempre sucede lo contrario, cuando lo hacen se convierten en un éxito instantáneo que queda para siempre bajo el recuerdo de su interpretación.
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Entonces, ¿cuál es el paso lógico para alguien que tiene una fijación especial para el cover? Hacer un disco con ellos en su totalidad. Y no hay mejor manera que tomar las clásicas canciones de Navidad para llevarlo a cabo. Le tomó más de 25 años de carrera, pero en 2006 Luis Miguel por fin hizo aquel disco navideño que parecía faltar en su discografía.
Lo que salió del experimento es una representación del invierno en el exotismo de la clase. Sus versiones de clásicos como “Santa Claus Is Coming To Town”, “Silent Night”, “Winter Wonderland” o “Jingle Bells” están lejos de sus baladas a la Bobby Hebb y son más cercanas al jazz de Frank Sinatra, alguien omnipresente en la carrera de Luis Miguel y, en palabras suyas, uno de sus cantantes favoritos. La comparación es tan lógica como acertada.
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Lejos de convertirse en un festival, “Navidades” es un disco que demuestra una vez más la capacidad de Luis Miguel para reinterpretar a favor del romance. No se escucha completamente navideño, porque su eterno compañero Juan Carlos Calderón lo arregló para que se sintiera como un firme paso en una carrera que pedía a gritos ser salvada: la decepción de “México en la piel” salió antes y no había un disco bueno suyo desde el inicio de la década. Si la Navidad trae milagros, el ascenso de Luis Miguel con buenas canciones de época fue uno de ellos.
Después vendría la historia que todo el mundo conoce: un declive personal y profesional que lo llevó casi a la ruina, a vender los derechos de su vida para que Netflix hiciera una de sus series más exitosas y a tocar fondo para poder volver a cantar en vivo. Según Spotify, este disco es uno de los más escuchados en Navidad, el poder del cover en manos de Luis Miguel no tiene igual.
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