El coleccionismo de arte está lleno de mitos: “el arte es caro”, “sólo los ricos pueden coleccionar”, “la verdad es que no sé nada de arte”, “me da pena entrar a una galería porque no sé nada”, “no me gusta el arte contemporáneo”.
La realidad es que para apreciar el arte no necesitamos tener altos grados de estudio o conocimientos profundos sobre su historia, solo disfrutarlo, buscar conocer más sobre lo que nos llama la atención y tratar de desarrollar un gusto específico.
5 mitos que no debes creer sobre el coleccionismo de arte
Coleccionar es solo para principiantes
REALIDAD: no es cierto, lo sería sólo si buscáramos coleccionar obras de artistas súper posicionados como Jeff Koons, Yayoi Kusama, consagrados como Julio Le Parc, Gabriel Rico, Abraham Cruzvillegas o algun@ de los artistas patrimonio de México, como Frida Kahlo, Diego Rivera o Saturnino Herrán, pero si buscamos empezar, existe una gran variedad de artistas emergentes a quienes podemos conocer a través de redes sociales o de las galerías que se enfocan en este segmento de creadores o en las mismas ferias de arte alternativas como Clavo y Qipo.
Además, si queremos obra de artistas ya posicionados, podríamos recurrir a su obra gráfica, la cual, si bien no son piezas únicas, nos pueden ir acercando a tener algo suyo en nuestras colecciones. Si te interesa saber más sobre esto, te invitamos a leer:
Coleccionar es una inversión
REALIDAD: no siempre, a menos de que la compremos a muy buen precio (comparado con el valor de otras piezas similares en el mismo valor de mercado y asegurándonos siempre de que sean piezas originales -pronto, un artículo sobre esto-), es complejo el saber cuáles obras o artistas valdrán más con el paso de los años.
En muchos casos, la gente que posee algunas piezas de arte acaba rematándolas en momentos de alguna urgencia… es por esto, que debemos de coleccionar por los motivos correctos: aprovechando oportunidades, por gusto genuino hacia la obra o el artista y para apoyar la carrera de artistas emergentes.
No puedo coleccionar porque no sé nada sobre arte
REALIDAD: no es necesario tener estudios avanzados en historia del arte o materias afines para poder desarrollar un gusto, investigar sobre éste y comprar, en su momento, obras de ese estilo. Como en todo, nuestras afinidades con la técnica, el discurso y el estilo del artista, deben de tomar un lugar predominante en nuestras elecciones.
Debemos sentirnos orgullos@s de nuestras elecciones y cultivar un estilo, una vez que conozcamos algo que nos guste, sigamos investigando sobre su estilo, busquemos exposiciones de artistas que sigan esa corriente, tendencia, técnica o discurso y apoyemos la carrera de quienes lo desarrollan.
Me van a ver feo si pregunto en una galería
REALIDAD: es el trabajo del o la galerista el resolver todas las dudas que tengas al entrar a un espacio de venta de arte. Saber si el precio está en pesos o en dólares o conocer más sobre la historia de sus creadores son inquietudes perfectamente válidas y ningún profesional que se dedique a la comercialización de arte, debería de tomarlo a burla.
Todos somos coleccionistas en potencia, todas podemos encontrar una obra que nos resuene. También, podemos preguntar sobre facilidades de pago, incluyendo pagos a plazos o con tarjeta de crédito. Que no nos dé pena.
No me gusta nada del arte contemporáneo
REALIDAD: como en todo, en gustos se rompen géneros. Comprendamos que el término “arte contemporáneo” se atribuye (de acuerdo con diversos autores) a todo lo creado desde los setenta para acá, y aunque las fechas no están del todo claras en cuanto a un momento exacto, lo podríamos considerar después el pop-art.
Ahora, generalmente consideramos a este arte como lo que vemos en instalaciones, video arte o performance, pero la realidad es que se sigue creando arte en todos sus estilos y podemos encontrar piezas de corte impresionista, surrealista, expresionista o parecido a cualquier otra de las vanguardias, al óleo, con acrílico, acuarela, aerosol, escultura, cerámicas o de estilo figurativo, realista o abstracto, la oferta está ahí afuera, independientemente de la corriente o medio que más nos guste, podemos encontrar muy vastas posibilidades en las creaciones de artistas mexicanos e internacionales, en sitios como galerías, museos, ferias o a través de redes sociales. Perdamos el miedo a buscar, preguntar y comprar lo que esté alineado nuestras posibilidades en cuanto espacios y costos.
Existen importantes colecciones de arte en México, desde las más grandes y opulentas como la del Museo Jumex, la de Grupo Milenio, la de FEMSA, la Colección Isabel y Agustín Coppel, de cortes un poco más clásicas (aunque también coleccionan arte contemporáneo), hasta las que tienen obras en su mayoría de artistas emergentes, como la colección Zarur y la colección Briseño, ambas localizadas en Guadalajara.
Recordemos que hay toda una industria cultural que se mantiene de las ventas y el comercio de arte, que podemos marcar una diferencia en la carrera de un prometedor artista en ascenso al comprar sus obras, que existen creadores y colectivos que dependen del movimiento de sus piezas, que México es un país creativo, con mucha oferta artística por conocer. No perdamos la oportunidad de adquirir alguna pieza que nos resuene, hay ocasiones que ya no vuelven. ¡Compremos arte ahora!
Por: Samuel Reyes
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