Por Alba Aguilar
¿Cuántos de nosotros pasamos la mayor parte del día frente a un escritorio y una computadora? Trabajar en una oficina (o home office) sería mucho más fácil si se usara el mobiliario adecuado.
Nos referimos a esos detalles que motivan a hacer el trabajo con gusto. Detalles funcionales, prácticos y por qué no, sofisticados. Un gran ejemplo puede ser el Milk Desk, una pieza de diseño pensada especialmente para esta situación.
Un concepto minimalista creado por el diseñador danés Soren Rose. Perfecto para personas súper ordenadas, y para las no tanto, también. Sus diferentes compartimentos se encargan de que todo esté en su lugar, sin estar a la vista de todos.
Lo mejor de todo es que es personalizable. Los espacios modulares permiten poner desde un cesto de basura, hasta una pecera. Seguramente algo que a muchos les serviría para ser màs productivos.