Cuando el boom del mezcal comenzó, se habló de lo mucho que cambiaron los bares, cómo los gustos de los visitantes pronto se amplió para recibir una bebida ancestral que parece que de la noche a la mañana se puso de moda, pero poco se habló de lo que sucedía en los campos de agave alrededor del país.
Años después de que el mezcal llegara a lo mainstream, la producción ha explotado de forma inimaginable. El mezcal no sólo se consume como nunca antes en México, sino que se exporta a las ciudades con la mejor vida nocturna y a los mejores bares del mundo, por eso su producción ha pasado de importante a esencial para muchos maestros mezcaleros y comunidades en México y cuidar el medio ambiente, así como a las comunidades que lo hacen es esencial.
Mezcal Amarás y la World Wide Fund for Nature han unido fuerzas para hacer de la producción de mezcal algo mucho más sustentable. Una práctica que se ha industrializado y de la que ahora dependen miles de personas no es algo que se puede tomar a la ligera, por lo que llevan un año trabajando con el fin de crear modelos de producción de agave y mezcal sostenibles y promover el uso sustentable del agua, con un impacto positivo en la calidad de vida de los maestros y maestras mezcaleros oaxaqueños y sus familias.
El trabajo conjunto se inició en enero 2020 y se ha desarrollado en tres fases. La primera consistió en el diagnóstico y la planeación de actividades en colaboración con tres maestras mezcaleras en las comunidades de Santa María Velató, San Luis Amatlán y Santiago Matatlán, en Oaxaca, donde en total habitan 14,291 personas.
La segunda fase abordó la realización de talleres de capacitación de prácticas productivas sostenibles y la instalación de 12 de ecotecnias que fomentan el uso responsable del agua. Las zonas donde se llevaron a cabo las actividades sufren de escasez de agua para la producción agrícola debido a lluvias irregulares ligadas a la deforestación. Durante este fase, el proyecto logró:
- La instalación de dos biofiltros con capacidad de 2,120 litros cada uno que dan tratamiento a aguas grises y dos sistemas de captación de agua de lluvia en Santa María Velató y San Luis Amatlán.
- La construcción de cinco baños ecológicos en los tres domicilios de las maestras mezcaleras y dos en la escuela CONAFE, en Santa María Velató.
- La instalación de tres filtros potabilizadores en cada uno de los domicilios de las maestras mezcaleras.
- El establecimiento de tres huertos para el autoabastecimiento de alimentos.
- El desarrollo de 39 talleres sobre la elaboración de bioinsumos y la capacitación de prácticas productivas sostenibles.
- La instalación de un vivero en la comunidad de Santa María Velató destinado a la recuperación de vegetación en el área forestal usada en la producción del mezcal. El vivero cuenta con una capacidad de cultivo de 5,000 plantas al año.
Estas acciones benefician a 77 personas de las tres comunidades, entre ellas 43 estudiantes de primaria y secundaria de la escuela CONAFE, y las familias de las tres maestras mezcaleras que ayudaron a iniciar esta colaboración, quienes, en total, producen aproximadamente 26,800 litros de mezcal al año.
“Hemos aprendido a cuidar el agua y la tierra, hemos aprendido a reforestar y a hacer abonos orgánicos que no dañan nuestra tierra”, dijo Elizabeth Arango Cruz, maestra mezcalera de Santa María Velató. “Me gustaría seguir aprendiendo más de estas cosas para seguir cuidando el medio ambiente, porque es los que nos alimenta a nosotros y a nuestros hijos. Es nuestro futuro”, agregó.
La actual tercera fase se enfoca en la reforestación con plantas nativas usadas en la producción de mezcal, a través de la capacitación de maestros mezcaleros de la red de suministro de Mezcal Amarás. En lo que va de este año, se han llevado a cabo tres talleres para la producción de siete especies de plantas forestales nativas, y nueve talleres de prácticas agroecológicas, con la participación de 48 productores.
Las prácticas productivas promovidas por el proyecto eliminan el uso de agroquímicos y parten de una visión de agricultura regenerativa, la cual le devuelve la salud a los suelos a través del uso de bioinsumos que los nutren y recuperan. Al mismo tiempo, las ecotecnias instaladas en las comunidades buscan sensibilizar a las personas en el uso responsable y sustentable del agua.
“El modelo de agricultura industrial, predominante en el país y en la producción de mezcal, tiende a recurrir al uso de agroinsumos químicos y al uso desmesurado del agua”, dijo Ignacio González, Subdirector del Programa Agua de WWF México. “Es importante seguir trabajando con productores agrícolas como los maestros y maestras mezcaleras de Mezcal Amarás con miras a promover prácticas que conserven la salud de nuestros suelos, bosques y recursos escasos como el agua, y así salvaguardar los ecosistemas y los medios de vida de las comunidades locales”.
“La agroecología y la sostenibilidad de los recursos agua, suelo y bosque para la producción de agave y mezcal son factores importantes,” dijo Rosario Gabriel López, Gerente de Responsabilidad Social de Mezcal Amarás. “El liderazgo de las mujeres, de las y los productores en el sector es esencial para crear cultura en torno al cuidado de la biodiversidad, el sentido de comunidad y la implementación de tecnologías sustentables. En Mezcal Amarás estamos agradecidos con todas las personas que han colaborado en este proyecto, nuestros aliados y las comunidades, por ayudarnos a seguir avanzando hacia una industria mezcalera más sostenible”.