Sin duda alguna pintar es una manera de expresar nuestra libertad, pero muchas veces parece que eso se compone de muchas normas y técnicas para lograr un cuadro perfecto y con una composición en armonía. Pero hemos visto en tendencia una forma muy divertida y sencilla de crear pinturas verdaderamente hermosas sin ninguna complicación, tan fácil que es difícil imaginarse cómo se logró: el string pulling, que literalmente significa jalar la cuerda.
Si ver estos cuadros es un deleite visual, imagínate como será hacerlos. Únicamente necesitas un cuadro tipo CANVA (de preferencia uno largo), pinturas acrílicas para la base (nuestras favoritas son blancas o negras pero puedes contrastar con el color que más te guste) y unas de otros colores para crear el efecto en tu pintura, una cuerda delgada y/o una cadena delgada (las que parecen de bisutería que se usan para hacer collares o pulseras). Acá te dejamos dos de nuestras técnicas favoritas para animarte a intentarlo.
Acrílico y cuerdas
Este cuadro tendrá dos opuestos: negro y blanco. Primero amarra el número de cuerdas necesarias para cada lado y mezcla los colores que necesites tomando en cuenta que debes usar el color contrario a la base. Únicamente mete un lazo en cada color de pintura, acomódalo en tu lienzo y ¡listo!, jala con mucho cuidado.
Acrílico y cadenas
Es básicamente el mismo procedimiento que con la cuerda pero el acabado es distinto. En esta ocasión debes ser un poco más cuidadoso, porque las cadenas pueden resbalarse con mucha facilidad. Para el procedimiento debemos ponerlas en hilera y luego verter la pintura encima de ellas, a diferencia de la cuerda, no absorben pintura.
El string pulling nos permite lograr diseños muy limpios con tan solo acomodar la cuerda y jalar con mucho cuidado. Prueba con distintos tamaños de lienzo y distintas combinaciones de colores, seguro te asombrarás con los resultados.
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