Merkavá, seguramente conocido por muchos, es un espacio íntimo, de decoración sencilla y acogedora que con facilidad y un poco de imaginación, te transportará a cualquier rincón de la antigua ciudad de Jerusalén. Este es justamente el propósito del restaurante desde que abrió sus puertas, dar a conocer la comida tradicional de los 4 barrios de Jerusalén: el armenio, el cristiano, el judío y el musulmán. Es mucho más que un restaurante de comida judía, o libanesa, es una verdadera mezcla de sabores, tradiciones e historia.
Tras 8 años de trayectoria, Merkavá se renueva una vez más para seguir siendo el favorito de muchos y para quienes no lo conocen aún, posiblemente su nuevo spot de cocina de Jerusalén favorito en CDMX.
En su menú vas a encontrar muchas opciones, te recomendamos pedir varios platos al centro para compartir para que puedas probar un poco de todo. Eso sí, te recomendamos ir con hambre.
Para empezar pide el Carpiano Blanco infusionado con lemongrass y lima, St. Germain, prosecco y un toque especial de perfume de limón persa. La verdad es que hubiera podido pedir varios más, pero apenas empezaba. De entrada te sugiero pedir platos tradicionales ya que tienen un toque muy especial. Merkavá se describe en parte como la primera hummusiya en México, un comercio tradicional de Israel especializado en hummus, por lo que no puede faltar en tu selección de entradas. Su hummus va cambiando semanalmente dependiendo de la temporada, en esta ocasión, fue hummus de cordero, y puedo asegurarte que te va a dejar con ganas de probar mucho más. También probamos los triángulos de pan pita con labneh y limón encurtido y papas a la sal con cebolla caramelizada. Su pan pita definitivamente es el mejor que he probado en mucho tiempo.
De plato fuerte no puedes dejar de pedir las costillas de cordero selladas con café turco que fueron el highlight de la cena. Cocinadas a la perfección, con un sabor delicado y muy especial que les da el café. El término perfecto, la textura ideal. Como la idea es compartir, también pedimos un tradicional “Simit”, de origen turco, este plato tradicional callejero es un pan largo relleno de queso, koftas de cordero, yogurt con menta y cebolla encurtida, es ideal para compartir ya que la porción es muy generosa, eso sí, si no eres fan de lo condimentado te recomiendo que elijas otro platillo. Para quienes deseen algo más ligero hay otras opciones como la pesca del día.
Para mi sorpresa, la carta de vinos resultó aún más interesante. Merkavá tiene una carta sumamente completa de vinos de Israel, cuidadosamente elegidos para quienes disfrutan de probar nuevas opciones. En esta ocasión fuimos un poco conservadores y acompañamos nuestros platillos con un Ménage á Trois Midnight californiano que resultó ser una gran elección, aunque definitivamente quedó pendiente para la próxima visita un vino de Israel y muchos platillos en la mira.
Nuestra noche transcurrió con una plática muy amena con el chef Chris Gómez quien está a cargo de la cocina. De origen mexicano y una amplia escuela en EUA, Chris ha estado igualmente a cargo de grandes cocinas. Su trayectoria y su historia personal que tan animadamente compartió es un ejemplo a seguir. Un líder interesado en que su equipo aprenda y se supere siempre, un equipo que más bien es una familia, una gran entrega y compromiso a todos los niveles de servicio que se reflejan en la amabilidad y la atención de todos los que ahí colaboran.
Mientras transcurría esta plática, el chef nos sorprendió con un babka de temporada, de calabaza en tacha y camote; un segundo postre llamado “camino de leche y miel” hecho con una fina pasta filo, acompañada de frutos rojos, helado y miel y no podía faltar un clásico y delicioso Knafeh acompañado de helado de pistache. Sí, también puede ser un lugar perfecto para aquellos que aman el café turco y los postres.
Esta fue mi primera visita a Merkavá pero me quedó pendiente todo lo siguiente que dicen que es de lo más popular del restaurante, para que también lo tengas en cuenta el día que los visites: la selección de salatim (del hebreo, una tradición de servir diferentes guarniciones acompañados con pan pita recién horneado) con diez opciones entre las cuales se puede elegir tehina, baba ganoush, tabouleh, labneh o matbucha; el reuben sandwich preparado con corned beef hecho en casa (marinado por 30 días en especias, con una cocción de 8 horas), mostaza, sauerkraut, pepinillos y pan con alcaravea, o el chamorro (con una cocción de 12 horas con una técnica que se aprendió ahí mismo) acompañado de arroz persa con almendras tostadas, cúrcuma y salsa de dátiles, pasas y chabacano.
Si visitas Merkavá te recomiendo que preguntes si está el Chef Chris que te aseguro le dará mucho gusto recomendarte algunos platillos y platicarte un poco más de su historia, te aseguro que hace la experiencia sumamente diferente.