Uno de mis rasgos más distintivos es el tamaño y la forma de mis ojos. Siempre he recibido complementos hacia ellos, y como bien dicen los expertos, al momento de maquillarse hay que resaltar tus atributos. Por eso, desde que descubrí que delinear sobre la línea de mis pestañas los hacía más grandes y rasgados, decidí que lo iba a hacer tan seguido como pudiera.
Lee también: ¡El primer Dior Backstage Studio de Latinoamérica está en la CDMX!
Tiempo después se volvió un hábito. Delineé mis ojos antes de ir a la escuela, para ir a mi fiesta de graduación de prepa y universidad (no me gusta que alguien más me maquille), para mi primera entrevista de trabajo, para cada evento, boda, fiesta y viaje al que he ido desde entonces. Todos y cada uno de mis días desde hace más de 10 años están acompañados de un dominado cat-eye, en su mayor parte simétrico, aunque hay sus (bastantes) excepciones.
Durante ese tiempo he probado de todo. Desde el famoso delineador “de la manzanita” hasta el de Yves Saint Laurent. El que es lápiz, líquido, pluma, pincel, en gel… el que se te ocurra ha pasado por mis manos.
Debo admitir que usé por muchos años el Liquidlast Eyeliner de MAC, pero me cansé de tener que ser tan cuidadosa al aplicarlo. Todavía lo tengo para ocasiones especiales, pues dura horas y horas y no se corre. Y ahora que cada vez tengo menos tiempo para maquillarme, no le puedo invertir el esfuerzo ni las correcciones.
Ahora estoy entregada como nunca al Tattoo Liner de Kat Von D. Lo descubrí en uno de mis field trips a Sephora. Uno de los chicos me lo enseñó super emocionado por su punta de pincel. Solo necesitó tres minutos para que me enamorara, ya que lo abrí, lo probé en mi mano, esperé 30 segundos a que secara, lo intenté borrar y no se fue. Pedí un algodón para intentar quitarlo y ¡no se borró! Pedí crema para quitarlo y ¡no se borro! Tenía que llevármelo para ser sometido a la verdadera prueba de fuego: un día de mi vida.
Lee también: 9 errores que debes evitar la pintarte los labios
Soy editora web. Paso muchísimo tiempo frente a la computadora, voy a eventos y tengo citas con clientes… prácticamente diario. Y además tengo sangre norteña, lo que significa ‘antes muerta que sencilla’, así que me gusta que mi maquillaje esté impecable. Eso sí, no soy de las que se retocan cada tres horas. Me gusta confiar en los productos que uso y en su duración. Que tengan una vida mínima de 10 horas.
Ese era el reto. Así que le di la oportunidad y lo apliqué en la mañana, alrededor de las nueve. Para ese momento estaba lista para un primer uso complicado, pues el pincel era nuevo para mí y tenía que hacerme su amiga. ¡Sorpresa! Fue lo más fácil y sencillo del mundo. Lo que antes me tomaba cinco minutos, ahora me tomó dos. No lo podía creer. Pero ahora seguía lo importante: tenía que durar hasta las siete, i-n-t-a-c-t-o.
El día pasó normalmente. Hice como si hubiera usado el delineador de siempre y ni me preocupé por revisarlo ni nada. Lo curioso es que tampoco hubo nada que lo provocara, pues nadie me dijo que me limpiara la mancha de delineador corrido debajo del ojo ni que lo retocara.
Se llegó la hora y regresé a mi casa, lista para desmaquillarme y descansar. Cuando me paré frente al espejo me di cuenta que acababa de encontrar mi delineador favorito de la historia. Estaba exactamente en el mismo lugar y tono que en la mañana. Yo no estaba tan fresca, pero él sí.
Lee también: Estos son los productos de belleza de las YouTubers más famosas
Me encantó la facilidad con la que se aplica, el pincel en forma de brocha me parece lo máximo. Es ideal para lograr un cat-eye perfecto, hasta cuando no tienes el mejor pulso. Amo la intensidad de su color negro y la practicidad de su presentación de pluma. Y por supuesto, estoy impresionada y agradecida con la calidad de su duración.
Así que si sigues en la búsqueda de un gran delineador de ojos, este podría ser el gran ganador. ¡Pruébalo y cuéntanos cómo te fue! Lo puedes encontrar al dar clic aquí.
Debe estar conectado para enviar un comentario.