No todas las mamás cumplen con el estereotipo que nos han impuesto de apoyo incondicional, cariño y protección hacia sus hijos. Las heridas de la infancia son en ocasiones tan grandes que nos ocasionan conflictos de mayores ¿cómo sanarlo? La terapia es importante y como complemento tenemos una meditación guiada para sanar la relación con tu mamá.
Esta primer relación influye mucho en tu vida, la mamá es nuestro pilar, nuestra primera conexión, lo que formará nuestra personalidad pero también nuestro mecanismo de defensa. Cuando una madre no está presente física o emocionalmente, hay un problema que podría perdurar toda tu vida.
Y muchos podrían sorprenderse pero la realidad es que hay un gran número de madres que no tienen la personalidad ni cumplen la función estereotipada de una madre, y podemos entender lo difícil que es el trabajo pero muchos casos sobrepasan los límites de no cubrir necesidades, rechazo, abandono, humillación y hasta traición.
Cómo sanar la relación con tu madre
Necesitas un psicólogo profesional que te acompañe en el camino de sanación y te oriente sobre acciones que podrían mejorar tu presente y tu futuro. Como complemento te dejamos una meditación para poder sanar la relación que tienes con tu madre de manera simbólica e individual.
Ponte cómodo, esta meditación es guiada, no debes tener zapatos ni cruzar manos o piernas. Si meditarás sentado no recargues tu espalda y si lo harás acostado dobla tus rodillas para tener los pies bien plantados en la tierra.
Al siguiente día no te levantes de la cama sin antes decir “Mamá, te perdono y me reconozco como la hija. Me libero de presiones que no son mías porque debo reconocerme como tal, como la hija, y no ponerme responsabilidades de madre. Te respeto y te honro”.