La comida italiana ha tenido una relevancia significativa en México, debido a varios factores históricos, culturales y gastronómicos. Entre ellos se encuentra la migración italiana a México durante el siglo XIX y XX, que trajo consigo tradiciones culinarias que contribuyeron a la difusión gastronómica da la comida italiana en el país.
Los inmigrantes se establecieron principalmente en regiones como como Chipilo (Puebla), Nueva Italia (Michoacán) y la Huasteca (San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas), donde la influencia italiana en la gastronomía es aún más evidente, sin embargo, con el paso del tiempo esta ha llegado al resto del país.
En México amamos la comida italiana, en parte por su similitud con la mexicana y porque a lo largo del tiempo la comida italiana se ha adaptado y fusionado con ingredientes locales mexicanos, dando lugar a platillos únicos y creativos. Esto ha permitido que la cocina italiana se integre de manera armoniosa en el panorama gastronómico mexicano, ofreciendo opciones variadas a los comensales.
Hoy, otro concepto gastronómico con infuencia italiana llega a México. Se trata de Marcello, un restaurante en el corazón de la colonia Roma que invita a transportarte a la Italia de los 60. Con una estética que recuerda a las películas de Federico Fellini (Marcello es el protagonista de La Dolce Vita), el restaurante busca ser un exponente de la gastronomía italiana en la ciudad.
Amigos, familias y parejas pueden reunirse en Marcello, donde los platillos están inspirados en recetas italianas a las que se les ha añadido un toque moderno y único capaz de cautivar a todas las generaciones. Su Rotolo di Lasagna, preparado con bolognesa, pomodoro, bechamel de ricotta y mozzarella, es sólo una de las deliciosas opciones que pueden disfrutarse aquí.
Un ejemplo es la ensalada de la casa, que además de prepararse con tantos ingredientes que puede dejar satisfecho a un comensal, se prepara en el momento frente a ti para que descubras las capas de sabor que lo integran. Mientras las pastas son parte de la razón por la que debes visitar Marcello, las pizzas hechas en casa son una verdadera joya.
En Marcello han aprendido a tratar la masa de una manera única, por lo que mantiene una textura firme durante mucho tiempo, pero es lo suficientemente delgada para que la puedas disfrutar sin que sientas que solo estás mordiendo un poco de pan con salsa y queso.
La joya de la corona es su gelato hecho al momento, pensado especialmente para ser compartido. Su delicioso sabor a pistacchio, su relleno de frutos secos y su inigualable cremosidad te invitarán a pedir otro.
La experiencia se mantiene incluso al final, donde por ejemplo, si pides un café expresso, se te servirá tal como sucede en Italia, acompañado de un shot de agua mineral para que puedas limpiar tu paladar después de terminarlo.
En Marcello cada elemento está puesto para crear la atmósfera perfecta para el disfrute. La combinación de texturas con colores vibrantes y tonos neutros es la entrada a un sitio que conjunta lo vintage y lo moderno de Italia.
Dirección: Álvaro Obregón 110, col.Roma
Sitio Web: Marcello