Una de las razones por las que muchos amamos vivir en la Ciudad de México es por la facilidad para encontrar los mejores productos. Desde cada región del país nos llegan los mejores ingredientes que a través de la magia de los chefs más reconocidos se convierten en experiencias inolvidables. No podemos negar lo increíble que es, pero basta con analizarlo un poco más a fondo para encontrar una serie de problemáticas que surgen al querer mantener un modelo así.
Marbrava es un restaurante que lucha en contra de esa “facilidad”. Al hablar con uno de los socios del lugar, nos cuenta cómo el callo de hacha, que en la ciudad consumimos con alegría y solo nos sorprende su precio, realmente se trata de una especie difícil de conseguir, con una concha enorme a comparación del producto que terminamos comiendo y que genera una huella de carbono muy alta.
Por eso Marbrava busca ser el restaurante de marsicos más sustentable de la ciudad. Ellos traen sus ostiones y almejas desde su granja Bahía Magdalena en Baja California Sur y tienen contacto directo con los productores locales, por lo que saben a la perfección cuánto tiempo, dinero y sobre todo esfuerzo, se hace para conseguir algo que mucha gente consume sin darle un pensamiento más allá de “espero que esto esté rico”.
Esto no significa que en Marbrava te quieran hacer pensar en todo eso, simplemente es una muestra del trabajo de sustentabilidad que hacen para preservar los productos mexicanos y apoyar a las personas que realmente hacen el trabajo de pesca y distribución de los alimentos que llegan a tu mesa.
carta parece muy sencilla. Al inicio hacen honor a sus productos estrellas y puedes encontrar la almecha chocolata, el callo de hacha y los clásicos hostiones. Estos, sin duda, son las estrellas del lugar y la razón por la que debes visitar Marbrava, sin embargo, el resto de la carta lo conforman platillos que tal vez te suenan, pero tienen un toque especial. Entre ellos está el tiradito de piña habanero que dejan en el punto exacto para que quieras comerlo sin parar. Entre tacos y tostadas, el resto del menú balancea una experiencia buena, pero nuevamente, aquí hay que hacer las cosas distintas para que encuentres lo mejor.
Al ser un lugar donde la pesca es fresca, Marbrava no se define por un menú específico, ese es más como una guía a seguir, pero si tu hablas con el mesero y le pides algo nuevo, especial o simplemente que no esté en el menú, tanto él como todos en cocina encontrarán algo nuevo y único para tu mesa, que con un poco de suerte, otros comensales verán y también pedirán para ellos.
Por ejemplo, en mi mesa se lucieron al traer unos tacos de pulpo al ajillo que a pesar de ser un platillo que puedes encontrar en otros restaurantes, la manera en que lo sirvieron aquí (y al ser una verdadera sorpresa ya que no lo habíamos visto en el menú), terminó por ser uno de nuestros favoritos.
Marbrava parece pequeño por fuera, pero al entrar enuentras un restaurante que te transporta a la playa de inmediato, sin duda uno de sus fuertes es la música, que entre tragos y platillos te relaja de tal manera que querrás empezar la fiesta en este gran lugar en avenida Masaryk.
Dirección: Masaryk 353, Polanco
Tel: 55 9039 0122
Sitio Web: Instagram