Por Mariana Rubio
El arte contemporáneo cada día no solo cobra más valor para el público en general, sino que los coleccionista ya pagan cifras estratosféricas, sin miedo a errar. Prueba de esto es la reciente adquisición del magnate de los casinos; Steve Wynn, quien por la gigantesca suma de 28 .2 millones de dólares, adquirió el ¨Popeye¨ de Jeff Koons.
Pero no todo es irrealidad y fantasía cuando se trata de arte moderno, tal como nos demuestra el pionero Damien Hirst. Que con sus obras animalísticas, nos regresa hasta cierto punto, al origen del arte. El autor de obras como ¨The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living¨, ¨For the love of God¨, entre muchas otras, nos sorprende ahora con su más increíble obra; ¨Gone but not forgotten¨.
La espectacular escultura de tres metros de alto, es el esqueleto de un mamut, dentro de un marco de metal dorado. Y será subastado próximamente, utilizando los fondos para contribuir en la lucha contra el SIDA.
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