La industria musical ha sido cosa “de hombres” desde siempre, y no por buenas razones. Las mujeres han vivido relegadas desde el inicio. Incluso hablando de su celestial voz, fueron consideradas las sirenas, seres malignos que atraían a los hombres a su perdición a través de sus hermosos cantos. En épocas más recientes, por cada mujer que logra tener éxito, hay muchas atrás que fueron frenadas por un pacto silencioso que se mantiene.
Incluso hay muchas artistas que deciden no tener hijos, pues la situación no permite a muchas mantener una vida artística y ejercer la maternidad, sin embargo, hay algunas mujeres que se han adentrado en el mundo de la música y también han tenido hijos, demostrando que se trata de algo real, alentando a otras mujeres a seguir sus sueños y demostrando que los viejos estereotipos necesitan terminar.
No importa si hacen rock, pop o música experimental, estas artistas han mantenido una carrera creativa muy exitosa y también han sido madres ejemplares para sus hijos y el ejemplo a seguir para millones de personas.
Patti Smith
Patti Smith tiene una vida de película. Su incursión en el mundo del punk en los setenta es toda una leyenda que puedes leer en su libro Just Kids, pero a pesar de todo su esfuerzo por entrar en la escena musical y crecer su figura a la de la madre del punk, cuando se embarazó de su primer hijo no dudó en alejarse de los reflectores y dedicarse a cuidar y ver crecer a sus hijos. 14 años después, cuando se sintió lista para continuar como madre y rockstar, regresó a los escenarios con nada más y nada menos que con Bob Dylan.
Yoko Ono
Odiar a Yoko Ono es muy del siglo XX. La artista tiene una carrera tan importante como la de cualquier Beatle y fue un parteaguas en el mundo del arte contemporáneo del siglo pasado. La madre de Sean Ono Lennon soportó las duras críticas de casi todo el mundo por ser considerada la razón por la que The Beatles se separó (sin importar que ella no fuera parte de la banda y que John Lennon tuviera fallas muy visibles, la gente optaba por atacar a su esposa y no hacerlo responsable a él).
A pesar de todo eso, la artista se mantuvo fuerte y continúo una importante carrera que inspiró a su hijo a seguir sus pasos y hoy Sean Ono Lennon también es un nombre respetado en todo el mundo.
Julieta Venegas
Piensa en las grandes cantantes mexicanas y latinoamericanas que conoces actualmente. Lo más probable es que todas hayan citado a Julieta Venegas como una de su más grande influencia. Venegas marcó un antes y un después en la música en español, tanto en el rock como el pop y desde 2010 es la mamá más cool que puedes imaginar.
Cantante, compositora, pianista, actriz y una lectora insaciable, la vida de Venegas está rodeada de libros, de arte y de la búsqueda por lo que es correcto. En 2020 estrenó la canción Mujeres, que se ha vuelto uno de los nuevos himnos feministas, razón por la que toda la gente pero sobre todo su hija Simona, debe estar orgullosa de ella.
Gwen Stefany
Gewn Stefany tiene casi tres décadas de carrera y siempre ha sido un ícono, pero a partir de su maternidad ella se dio cuenta de lo que aún tenía que hacer por crecer. Según la cantante, vivió toda su vida con alguien que la ayudara, ya fuera su familia, su manager o asistentes en los tours, pero al convertirse en madre y ver que sus hijos tenían los mismos problemas de concentración que ella, descubrió que toda su vida ha batallado con la dislexia, condición que sus hijos heredaron.
A partir de entonces la cantante dice que ha sido mucho más responsable y que darse cuenta de eso le ha permitido crecer mucho más como madre y como persona.
Beyoncé
Tal vez la mamá más cool del mundo, si no conoces a Blue Ivy posiblemente has vivido debajo de una roca los últimos años y es que Beyoncé ha preparado a su hija para ser una estrella desde el inicio, tanto que con tan solo ocho años, Blue Ivy ganó un Grammy por su colaboración en Brown Skin Gril y se convirtió en la segunda persona más joven en ganar una estatuilla de este tipo. ¿No crees que parte del crédito lo merece su madre?
Regine Chassagne
La cantante de Arcade Fire es una diosa en el escenario. Sabe liderar a una banda que ya es enorme en sí misma, pero también sabe hipnotizar a miles que la ven tocar en vivo. Cuando no está componiendo las mejores canciones de los últimos años o tocando para millones mientras está de tour, está criando a sus hijos
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