Malix, este pequeño y acogedor restaurante en Polanco, a solo unos pasos de Masaryk, un ambiente tranquilo, callado, ideal para una cita romántica con tu pareja o una larga convivencia con tus amigos. El servicio es atento y cuidadoso sin ser invasivo y el personal está siempre pendiente para ayudar con sus recomendaciones de una carta relativamente pequeña pero muy variada.
Pero primero vale recalcar que el chef Alonso Madrigal, elabora recetas a partir de los ingredientes que provienen de los huertos de proximidad y productores de cercanía para manifestar su compromiso con el producto local y la sustentabilidad. De la mano de diversos agricultores, granjas, huertos y cooperativas, que aportan los insumos de platillos que se apegan a la temporalidad y los ciclos agrícolas, el restaurante ofrece los productos más frescos y de calidad.
Si estás buscando un lugar agradable y acogedor en Polanco Malix es una perfecta opción y nosotros te decimos qué pedir.
Qué pedir en Malix, uno de nuestros restaurantes fav de Polanco
Para iniciar te recomendamos pedir el paté de mejillón que a diferencia de lo que el nombre sugiere, es realmente un bocadillo de mejillón delicioso y de sabores sutiles, haciéndolo una entrada realmente agradable incluso para los que no son muy fanáticos de este molusco. Esta es una entrada pequeña por lo que decidimos continuar con lo que fuera una gran sorpresa inesperada y totalmente nueva, la Almeja Margarita viva. Una almeja de gran tamaño y sabor, preparada con un toque de gazpacho que me sorprendió por su sabor.
Elegir el plato fuerte fue todo un desafío. Habiendo ya probado su pato al mole, la tentación de pedirlo nuevamente era enorme. La preparación de este es simplemente una delicia y podría siempre pedir lo mismo, sin embargo, el propósito de la visita era justamente probar el nuevo menú de temporada y el pato tuvo que ser sacrificado.
No fue posible elegir un sólo plato principal y pedimos el Tamal de Conejo con hongos de lluvia y el Vacío de Res al que se refieren también como el wagyu mexicano. El tamal es mucho más de lo que su nombre indica. Un plato finamente logrado, con un balance perfecto entre el sabor y textura de la masa casi imperceptible pero perfectamente presente y una generosa porción de conejo deshebrado. Pocos platos me han parecido tan arriesgados y tan bien logrados como este. El Vacío de Res como podíamos esperar, en su punto, jugoso y perfectamente bien preparado. Sin embargo, el Tamal de Conejo es un must para quienes prefieren probar platillos diferentes.
Terminamos una magnífica velada con el postre: el Chuvasco, compuesto de compota de fruta, helado de queso Padua (del cual podría haber pedido un litro para llevar si estuviera disponible) cubierto de almendra. Bien a bien no puedo describir si es una especie de crumble, de helado con compota o un punto intermedio de estos. La sutileza del sabor de helado, con el agridulce de la compota y la textura y riqueza que brinda la almendra lo hacen una compleja y deliciosa explosión de sabores que no debes perderte.
Sin duda el Malix es un lugar al que hay que regresar por lo menos cada cambio de estación, ya que cambia casi en su totalidad cuatro veces al año y se ajusta al ritmo de las estaciones, para llevar lo mejor del campo a sus recetas con una esencia multicultural.
¿Quieres ver más? te dejamos el TikTok para que veas te termines de convencer de visitar este restaurante.
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