Dicen que cuando un hombre o mujer trabajan en la creación de un cognac de Louis XIII, verá el inicio de su trabajo pero nunca el final y es que muchas de las botellas de este poderoso cognac tardan entre 50 y 100 años en estar listar para ser abiertas.
Louis XIII es una rareza incluso en el mundo de las botellas más costosas del mundo. Mientras puedes conseguir un Macallan de 900 pesos en un supermercado o una botella de 100 mil con un coleccionista privado, la botella estándar de Louis XIII se cotiza en más de 70 mil pesos. ¿Qué hace a este el mejor cognac del mundo y cómo se justifica su precio? Esta es su historia.
Louis XIII toma su nombre por el monarca francés que se encontraba en el trono cuando la familia Rèmy Martin se asentó en la región de Cognac. Además, él fue el primer monarca en reconocer el cognac como un licor en su propia categoría. Por si no lo sabes, el cognac es un tipo de brandy, pero específico de la región de Cognac y de sus alrededores, pero a pesar de que puedes encontrar distintas marcas de cognac en el mercado, Louis XIII lleva la bebida a un nivel de sofisticación inigualable.
Comencemos por el licor. Cada botella de Louis XIII significa un trabajo que supone décadas, pero que al mismo tiempo tiene métodos muy precisos para hacerlo el mejor. Se inicia con un vino ligero y ácido que se fermenta de una a dos semanas. Se necesitan 10 litros de vino para producir uno de las aguas de vida necesarias para crear el cognac de la marca. Una de las cosas que hace impresionante a Louis XIII es que solo 12 de los mil ejemplares que llegan al maestro bodeguero Baptiste Loisea se convierten en el producto final que se puede comprar.
Ya tienes uno de los licores más codiciados del mundo. Un sabor inigualable que requiere de un experto para comenzar a apreciarlo comienza por la vista, sigue por el olfato y finalmente llega a nuestras papilas gustativas para abrir un nuevo mundo de sabores. Mirra, miel, rosas secas, madreselva, cuero, higos.. incluso maracuyá son parte de la evolución de Louis XIII en el paladar.
El decantador en el que viene Louis XIII es otra obra de arte por si misma y necesita a ocho personas trabajando en ella constantemente. El producto terminado es el de el mejor cognac del mundo, pero este no ha sido el final de la historia y es que la marca tiene versiones de colección y una llamada Rèmy Martin Louis XIII Black Pearl, que es el sorprendente resultado de una estrecha colaboración con el cristalero Baccarat, un tête-à-tête inusual entre dos sensibilidades y dos temporalidades. La edición es una serie exclusiva, numerada individualmente, producida a partir de un tierçon centenario. Se trata del cuarto licor más caro del mundo y el cognac más costoso de la historia con un precio que ronda los 165 mil dólares.
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