Los teatros más emblemáticos de México: de los más antiguos a los más bellos

Las disciplinas escénicas siempre han encantado ya sea por sus historias, el mensaje o la belleza que encierran. Pero sin duda hay un elemento clave que puede ayudar: el lugar en el que se presenta. Y hay teatros en México que por sí solos representan espacios emblemáticos. Los hay algunos muy antiguos, otros con decoraciones impactantes y varios más que han sido sede de hechos históricos.

10 museos de México que debes visitar al menos una vez

Para descubrir los más icónicos, hacemos un recuento de esos espacios dedicados a las bellas artes que nos encanta ver desde su fachada hasta el escenario, y que sin duda son puntos obligados en el recorrido por el país.

Teatros en México que son imperdibles

Teatro Principal, Puebla

Se dice que es el más antiguo de América, ya que se inauguró hacia 1760. Esta en el centro histórico de la ciudad y además de ser referente por sus más de 250 años de operaciones, también resulta referente de belleza: el plafón original tiene pinturas mitológicas de Apolo y Talía, así como inscripciones en latín.

Teatro Juárez, Guanajuato

Desde la fachada puede intuirse su belleza y espíritu artístico. En lo alto del techo tiene 8 estatuas en bronce que simbolizan las musas griegas de las artes. Fue construido a finales del siglo XIX, y lleva el nombre en honor a Benito Juárez. Por dentro, su decoración es de tipo oriental, aunque sigue el modelo de las salas europeas. Desde 1972 es sede del tradicional Festival Cervantino.

Teatro Isauro Martínez de Torreón, Coahuila

Es una joya arquitectónica única en su tipo: en su construcción se unen estilos neogótico, bizantino y morisco. Estuvo a punto de ser demolido luego de su abandono en los 70s, pero un proyecto local consiguió los fondos para su rescate y hoy sigue en operaciones. Su escenario es de tipo italiano, cuenta con un foso para orquesta y el aforo es para 719 personas.

Teatro Degollado, Guadalajara

De los más antiguos del país, es hoy un ícono de la capital jaliciense gracias a su estilo neoclásico y el aforo para más de mil personas. Al principio iba a llamarse Teatro Alarcón, pero finalmente se le puso el nombre en honor al general Santos Degollado, quien fue su principal promotor. Se inauguró en 1866 y hoy es sede de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y de galas de diversas disciplinas.

Teatro de la Paz, San Luis Potosí

Se diseñó entre 1889 y 1894 por el arquitecto José Noriega, aunque ha tenido dos remodelaciones en su historia. Cuenta con murales de mosaico que narran la historia del recinto, y actualmente presenta lo mismo teatro, música, ópera y danza.

Teatro de la República, Querétaro

Es uno de los edificios más famosos de la ciudad gracias a su historia: desde sede del consejo de guerra contra Maximiliano de Habsburgo a la promulgación de la Constitución mexicana. Como extra, tiene una fachada de estilo neoclásico, pero de gran belleza, mientras que el interior guarda una decoración sencilla, pero con cierto aire afrancesado. Se inauguró en 1852 bajo el nombre de Gran teatro de Iturbide, aunque tomó su nombre actual en 1922.

Teatro Macedonio Alcalá, Oaxaca

Sus trabajos de construcción comenzaron en 1904. Tanto el exterior como su decoración interna son de gran belleza: cantera verde en la fachada, un vestíbulo al estilo Luis XV y en el techo la representación del Templo del Arte. Su interior es en forma de herradura, y en el telón se aprecia una pintura del Partenón y el monte Parnaso. En sus orígenes se llamó Luis Mier y Terán, pero desde los 30s lleva el nombre del autor del vals “Dios nunca muere”.

Teatro Peón Contreras, Mérida

Es de los más antiguos de la península. Se inauguró en 1908 y en algún momento de su historia fue sala de cine y luego estuvo abandonado unos años, hasta 1981, cuando se reinauguró. Hoy es considerado monumento histórico, además de ser sede de la Orquesta Sinfónica de Yucatán y de diversos eventos nacionales e internacionales.

Palacio de Bellas Artes, CDMX

Si hablamos de teatros es obligatorio mencionar el máximo recinto del arte en el país. Su construcción inició en 1904, pero debido a la revolución y problemas en la construcción, pudo ser concluido hasta 1934. Entre sus elementos característicos destaca el telón de cristal, construido en Nueva york y con unas 22 toneladas de peso.