Para los fans del cine, hay muchas formas de rendir homenaje a la historia de las películas que más les han marcado… algunos fans incluso pagan millones para llevarse alguno de los props del set a su casa.
Aquí te compartimos las piezas usadas en filmaciones que han roto récords por el precio al que se vendieron a sus compradores cinéfilos.
7 props de cine que han hecho historia por romper récords en subastas
R2-D2
Star Wars (1977-2002)
En 2017, un droide R2-D2 usado en varias películas de Star Wars se vendió por $2,76 millones de dólares en una subasta en California, superando el casco y máscara de Darth Vader ($898,000) o incluso el sable de luz de Luke Skywalker ($450,000) vendidos en la misma subasta.
Este R2-D2 de 1 metro de alto, fue ensamblado con componentes de la trilogía original de Star Wars, así como de Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma y Star Wars: Episodio II: El ataque de los clones entre 1977 y 2002.
El droide está construido de aluminio, acero y fibra de vidrio, y se cree que es la única unidad completa de R2-D2 en el dominio público. Y por si tienes la duda, este droide no interactúa contigo.
El piano de Sam
Casablanca (1942)
El piano de amarillo con toques verdes y dorados es toda una sorprende a todos los que vieron la legendaria cinta en blanco y negro, Casablanca. Este prop, es uno de los pianos más famosos del mundo. Es el mismo que aparece en la escena donde Ingrid Bergman pronuncia la famosa línea: “Play it, Sam. Pon ‘As Time Goes By’”. EL piano se subastó en $3,4 millones de dólares.
The Maltese Falcon
El halcón maltés (1941)
En esta película clásica, que explora la importancia de un código ético personal en un mundo de autoridades y un sistema de justicia penal incompetentes, el halcón representa la codicia y la corrupción. La estatua fue una de las dos que se hicieron para la película, pero la única que se sabe que apareció en el cine. Se subastó a $4,085 millones de dólares.
Vestido Ascot
My Fair Lady (1964)
Diseñado por el emblemático Cecil Beaton y usado por la inconfundible Audrey Hepburn, este es el vestido con el que que Ms. Doolittle debuta en el Ascot Derby. My Fair Lady fue galardonada con ocho premios Oscar en 1965, incluyendo Mejor Película y, claro, Mejor Diseño de Vestuario. Aquel. Vestido bicolor alcanzó los $4,4 millones de dólares en la subasta de Profiles in History, en el 2011.
Vestido de Marylin Monroe
Seven Year Itch (1955)
Era de esperarse que el protagonista de una escena icónica en el cine tuviera su lugar en la lista de las piezas de cine más deseadas de la historia. Fun fact, se necesitaron 14 tomas para capturar la escena emblemática en Nueva York con miles de espectadores.
¿Qué paso con el vestido? La actriz Debbie Reynolds compró el vestido por 200 dólares para su colección de recuerdos de Hollywood, incluyendo vestuario y accesorios como el tocado de Cleopatra de Elizabeth Taylor, un bombín de Charlie Chaplin y la guitarra de Julie Andrews en Sonrisas y lágrimas.
Reynolds esperaba abrir un museo que exhibiera su colección, pero el proyecto nunca se concretó. Como resultado, Reynolds subastó sus artículos en 2011, donde el vestido blanco de Monroe se vendió por $4,6 millones de dólares.
Aston Martin DB5
Goldfinger (1964)
El primer James Bond, Sean Connery, manejó un DB5 en Goldfinger y Thunderball. En 2019, el Aston Martin DB5 de 1965, fabricado a medida como réplica del coche utilizado en ambas películas, se vendió en la subasta RM Sotheby’s de Monterey por $6,4 millones de dólares.
Esta réplica está equipada con los gadgets de James Bond y todavía tiene instalados los corta-neumáticos, las ametralladoras y un escudo antibalas.
Zapatillas rubí
El mago de Oz (1939)
Wicked (2024) no sólo rompió récord como el musical más taquillero de la industria hollywoodense. Uno de los efectos secundarios de la fiebre Wicked fue durante una subasta el pasado diciembre, donde las famosas zapatillas de rubí que usó Judy Garland en El mago de Oz —y que fueron robadas de un museo hace casi dos décadas— se subastaron por un precio récord de 28 millones de dólares. Incluyendo la tarifa de la casa de subastas en Dallas, el comprador desconocido pagó $32,5 millones de dólares por el par icónico.
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