Paseos en trineo, mercados navideños, árboles gigantes y muchas luces… las películas y los cuentos de Navidad con los que crecimos sí son reales en estos destinos.
10 destinos que se vuelven mágicos en Navidad
Reykjavik (Islandia)
Si siempre has soñado con viajar a Islandia, Navidad es el momento para ver cómo las luces de Navidad en la capital iluminan el cielo en diciembre. Las noches son extra largas por invierno, por ello, en las tardes más claras, se pueden llegar a las auroras boreales desde los parques más oscuros de la ciudad.
Además de los mercados, patinaje sobre hielo y eventos como conciertos en el el Harpa, otro elemento que te hará entrar en el espíritu de la temporada son los “Yule Lads”. 13 trolls navideños que tradicionalmente dejan regalos en las botas de los niños bien portados son la versión islandesa de Papá Noel (y, de hecho existen desde hace mucho más tiempo que San Nicolás).
Edinburgo (Escocia)
Su mercado navideño en East Princes St. Gardens conuna gran cantidad de puestos, comida festiva y atracciones de feria; el esquí en Pentland Hills Regional Park y el patinaje sobre hielo en St Andrew Square… Edinburgo ofrece una Navidad llena de encanto en el lugar donde se disfruta el whisky y vino caliente como en pocos.
Si viajas hasta acá para el 25 de diciembre, debes quedar para Año Nuevo. Tradicionalmente, la temporada navideña es seguida por el Festival Hogmanay. Esta celebración son una mundialmente conocida para comenzar el año y consiste en una bacanal de tres días con conciertos al aire libre, fuegos artificiales y bailes escoceses.
Si buscas las mejores vistas, te recomendamos cenar en el Castillo de Edimburgo, que es conocido por albergar almuerzos navideños (sí, de verdad). Pero si eres de personalidad más aventurara, ponte las botas de montaña y dirígete a Pentlands para dar un paseo invernal (igual y ves una alpaca).
Estrasburgo (Francia)
Otro destino que debe estar en la lista de quienes aman la Navidad está en la región de Alsacia, mundialmente conocida por sus 12 mercados navideños. Entre ellos, está el más antiguo (1570) y grande de Francia, con más de 300 puestos.
Así que sí, tendrás muchas compras por hacer, pero no sin disfrutar un vin chaud (vino caliente) y un foie gras (tradición navideña). Y por si fuera poco, el mercado gigante se encuentra debajo de la impresionante Catedral de Estrasburgo, la estructura más alta que se conserva construida íntegramente en la Edad Media.
Como uno de los destinos más populares para esta época, resulta ser mejor para tu cartera viajar a Estrasburgo una semana antes de la apertura oficial de los mercados navideños donde ya está vibra festiva.
Lo mismo aplica para Colmar, otra ciudad en Alsacia del siglo XIII, que muchos describen “como si estuviera hecha de casitas de jengibre”. Cada año, el Museo Unterlinden de Colmar organiza exposiciones estacionales que incluyen desde pinturas navideñas hasta esculturas de la natividad de la Edad Media.
Rovaniemi (Finlandia)
Si prefieres una Navidad en su máximo esplendor y no te importa el frío que implica viajar hasta el fin del mundo repleto de nieve, el Pueblo de Papá Noel en Laponia para ser precisos, es el sueño navideño. Aquí es donde en encontrarás cosas como un hotel de iglú.
Literalmente, este es el hogar de la Navidad. Al norte de Finlandia, la ciudad natal de Santa Claus atrae a más de 500.000 visitantes de todas partes del mundo.
Alimentar a los renos, paseo en trineo o motos de nieve, esculturas de hielo o hasta conocer a Santa Claus y enviar una postal a tus seres queridos con un sello especial del círculo ártico desde la famosa oficina a la que se puede acceder con facilidad en autobús desde el centro de la ciudad de Rovaniemi… es una vacación para toda la familia. La entrada al pueblo, abierto desde 1985, es completamente gratuita y para las diferentes experiencias (hasta 50 empresas ofrecen actividades) te recomendamos reservar.
Y para quienes prefieren ir a un lugar menos concurrido que la ciudad de Rovaniemi, aún más al norte (dentro del alcance del Océano Ártico) está el pueblo de Inari, al que se puede llegar en un vuelo de 1,5 horas desde Helsinki.
Este es otro paraíso invernal con sus hoteles y restaurantes cozy y sus actividades al aire libre. ¿El must? Un safari privado de la aurora boreal en un trineo con calefacción y vino espumoso.
Nueva York (Estados Unidos)
Quedarte en The Plaza como Kevin McCallister o rondar por la calle 34 con la esperanza de presenciar un milagro. Crecimos con la idea de que Navidad en Nueva York era el epitome de la temporada, y no nos equivocamos. Desde ver el árbol de Navidad en el Rockefeller Center hasta pasear por los escaparates de la Quinta Avenida o Bryant Park Winter Village con su mercado navideño tradicional… es como las películas.
Eso sí, no es para todos una ciudad bulliciosa en la época donde hay masas de personas. Pero si patinar en hielo, comprar regalos de Navidad, beber chocolate caliente y ver una actuación del Radio City Christmas Spectacular con las mundialmente famosas Rockettes es tu sueño, Nueva York siempre cumple con las expectativas.
Y si buscas una actividad que tal vez no está en tu radar: las casas de Dyker Heights en Brooklyn se toman la decoración navideña enserio. Los residentes de la zona ofrecen un recorrido a pie.
Praga (República Checa)
No solo es famosa por su encanto, la capital checa deslumbra más en Navidad. Además, es también es una gran opción para una vaciaron invernal en Europa menos cara pero con la nieve, adornos y los mercados, que ocupan lugares como el Castillo de Praga y la Plaza de Wenceslao con especialidades locales como medovina (vino de miel), rybí polévka (sopa de pescado tradicional) y perníčky (pan de jengibre picante). Los mercados principales son en el casco antiguo y en la plaza de Wenceslao, a 10 minutos a pie de distancia.
Si subes a la Torre del Antiguo Ayuntamiento, tendrás una gran vista al árbol y el mercado navideño, aquí también ponen un espectáculo de luces y música. Además de la plaza principal, si quieres otra gran vista, desde Letna Park puedes contemplar la ciudad y asistir a un espectáculo de jazz y comer trdelniks (pasteles pegajosos).
El Svařák, es el vino caliente checo con un toque cítrico. Si prefieres algo más dulce, nada como un chocolate caliente en el Café Slavia, fundado en 1881.
Y más allá de los especiales de la temporada, la ciudad con iglesias góticas y calles barrocas ofrece muchas atracciones para visitar como su icónico castillo.
Sydney (Australia)
Porque una vez en la vida debes vivir una Navidad completamente festiva en pleno verano. Para quienes no son de temporada de invierno, Sydney es su destino.
Quizás no lo sepas pero esta ciudad compite entre las ciudades con mejores luces de Navidad, que dura un mes entero con un árbol de Navidad gigante en Martin Place.
Lo que te ayudará a entrar en el espíritu navideño del ”Sydney Christmas” son las 3500 luces en Strand Arcade o los 85 000 LED en el Canopy of Light de Pitt Street Mall. Y, con todo y temperaturas medias cálidas de 25 °C patinaje sobre hielo no se descarta. Así, tienes lo mejor de dos mundos con otras opciones como una bici de agua en Darling Bay.
Lo que también hace único a este lugar es la tradición de cenar barbacoa junto a la playa.
Quebec City (Canadá)
Buscas el encanto europeo de cuento sin tener que tomar un vuelo de 10 horas, Quebec es el destino ideal para Navidad con su arquitectura colonial francesa. Hablamos de la inconfundible ciudad de Canadá, que también es una de las más antiguas de Norteamérica.
Las calles adoquinadas del casco antiguo están repletas de pintorescas tiendas y deliciosos bistrós, decorados para las fiestas. Y no se nos ocurre un plan de Navidad más romántico que quedarse en un chalet u hotel boutique como Auberge Saint-Antoine (con un itinerario especial navideño) , fondue en la montaña y paseo en trineo.
La pista de trineo Au 1884 de Château Frontenac (abierta desde mediados de diciembre hasta mediados de marzo) es una de las tradiciones más antiguas de la ciudad. En en un trineo de madera, te podrás deslizar con vistas a la ciudad a casi 28km por hora.
Leavenworth (Estados Unidos)
Otro lugar que descubrimos, el cual emula el encanto bávaro de la Navidad (pero sin estar al otro lado del charco) es Leavenworth y está en Washington.
Y es que literalmente se diseñó inspirado en los pueblos alpinos de Alemania, con salones de comida épicos y casas con entramado de madera. Escondida en las montañas Cascade, la ciudad se vuelve más encantadora con luces navideñas y actividades de invierno como raquetas de nieve y, por supuesto, esquí.
Ya sea que busques la aventura outdoorsy, visites el museo con una colección de unos 9000 cascanueces de más de 50 países, o te hospedes en un hotel con un spa y vistas a la montaña, en Leavenworth tu vacación está completa.
Brujas (Bélgica)
Y para concluir esta lista de algunos de los destinos más mágicos en Navidad, no podíamos dejar de mencionar el lugar de bucketlist para los fanáticos de la bebida de la temporada por excelencia. ¿Qué mejor lugar que la capital del chocolate para disfrutar un chocolate caliente?
Imagina pasear por la ciudad medieval mejor conservada de Europa mientras paras por una taza humeante. Del 22 de noviembre al 5 de enero, puedes recorrer Winter Glow, un festival de invierno repleto de experiencias en la parte histórica del centro.
No regresarás a casa sin haber probado el pavo, los pasteles de carne picada y el pannetone. Y si hablamos del mejor chocolate belga, mejor descúbrelo tú en todas sus iteraciones: desde los hot chocolates en el mercado hasta los dulces navideños especiales para llenar las botas.
Hablando de mercados en Bélgica, Dunburry es otra ciudad para experimentar el mercad navideño de la talla de Colmar pero sin las masas de gente. Además, te interesará saber que sus especialidades son los wafles, el chocolate y la pasta con trufas.
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