Cuando pensábamos que nada más podía hacerse con la música ochentera (algo que viene a nuestras mentes cada tres meses), Jessie Ware demostró que siempre hay manera de sorprendernos.
Ella no reinventó la rueda, mucho menos el género, de hecho, a diferencia de artistas como Dua Lipa que literalmente crearon una nostalgia por el futuro con su sonidos neo disco, Ware regresó a los básicos, dándonos un disco que habría sido un éxito en 1977, 1986 y 2021.
What’s Your Pleasure, de acuerdo a la misma Ware, es el resultado y la celebración de su floreciente confianza. La música secreta autoconfianza, libertad y sexualidad. Es un disco que está pensado para disfrutarse en una pista de baile y en la cama (lamentable que la primera no es opción para nadie en este momento), para cantar con los ojos cerrados y transportarse a una época de luces neón, pantalones acampanados y bailes sincronizados bajo una esfera reflectora.
Que Jessie Ware haya encontrado el momento perfecto para lanzar canción tras canción perfecta para bailar sin parar en medio de una pandemia mundial es una ironía cercana al YHLQMDLG de Bad Bunny, parece que los bangers llegaron para hacernos extrañar los antros más que nunca.
Save a Kiss suena a la fila que haces antes de entrar al lugar en el que pasarás toda la noche y para la mitad de la canción ya es imposible no estar bailando (aunque sea en tu sala), Spotlight, la canción que abre el disco, es una seductora invitación a moverte como nunca lo habías hecho. Eso, aunado a la sensual voz de Ware te invitan a ponerla en loop unas tres o cuatro veces.
Con What’s Your Pleasure, Jessie Ware entra en el mausoleo de divas que han creado discos perfectos para bailar. Cuando se hable de Donna Summer, Madonna y otras, no se podrá pasar por alto el nombre de Jessie Ware.