¿Sabías que cuando naces hay un hilo rojo te conecta con alguien muy especial?

Muchas personas dicen que no se puede escapar de lo que siente tu corazón e incluso existe una leyenda oriental en la que se dice que estamos eternamente atados a alguien más, y tarde o temprano vamos a conocer a esa persona especial. ¿Suena como de película? Pues es real, en la leyenda oriental se cuenta que el destino ya esta escrito.

Esta leyenda habla sobre algo que no podemos ver, un hilo rojo que nos conecta a otro ser y hagas lo que hagas, el destino ya lo escribió para que tarde o temprano se encuentren. Este hilo puede desaparecer y permanecer atado o enredado a sus dedos meñiques a pesar del tiempo, distancia, o cualquier obstáculo que parezca impedimento para que puedan conectar.

Incluso, son tantas las personas que creen en dicha leyenda, que con el tiempo se ha vuelto más popular que las personas lleven un hilo rojo real en alguna parte del cuerpo esperando a esa persona, como símbolo de que creen en la leyenda.

¿Sabías que cuando naces hay un hilo rojo te conecta con alguien muy especial? - simon-migaj-vjim5-ukvfy-unsplash

La leyenda más popular del hilo rojo es sobre el Abuelo de la Luna, quien cada noche sin falta salía a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo con el que se decidirá su futuro y sus encuentros con un ser muy especial. Hacía esto para que nunca se pierdan ya que su dueño es el destino y eventualmente cruzarán camino sin ningún impedimento.

Muchos se preguntan por qué se dice que va atado al dedo meñique y la respuesta está en la arteria ulnar que conecta el dedo meñique al corazón. Al conectar los corazones con los dedos meñiques simboliza el interés y la unión de los sentimientos que comparten cada uno. Tanto así, que en muchos países el unir estos dedos es un símbolo de promesa entre las personas que lo hacen.

El hilo rojo es una leyenda que nos muestra cómo las personas siempre se encuentran en busca de algo, un lugar, una cosa, sí mismo u otra persona. Pero al final, más que dejarlo al destino, cada persona busca ese encuentro en algún momento de sus vidas.