3 lecciones clave que aprendimos de ‘A Life on Our Planet’

Sir David Attenborough es un famoso naturalista británico de 94 años con una carrera dedicada a la naturaleza y radiodifusión de más de seis décadas. Ha visitado todos los continentes del mundo, explorado los lugares salvajes de nuestro planeta y llevado las maravillas del mundo natural a audiencias de todo el mundo. Su trabajo incluye Life on Earth, Planet Earth y más recientemente, el documental original de Netflix A Life on Our Planet.

Con 94 años y sus interminables recorridos por el mundo, podemos admitir que Attenborough sabe de qué habla cuando habla de la vida en nuestro planeta. Y su documental ha movido y provocado mucha conmoción por traer más atención (muy necesaria) al tema del calentamiento global, cambio climático y nuestro impacto en él. Lejos de ser uno de esos documentales que te dejan deprimido y sin ganas de existir, este filme brinda esperanza, opciones fáciles de impacto y un vistazo a la importancia de la diversidad en nuestro planeta.

Aquí te dejamos las lecciones principales sobre A Life on Our Planet.

La importancia de la biodiversidad

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Cuando los ecosistemas son más diversos, pueden realizar mejor los servicios ecosistémicos esenciales, como el secuestro de carbono. Un ejemplo de esto son los océanos. Vemos el caso de Palau, que es una nación insular del Pacífico occidental que depende de sus océanos para la alimentación y el turismo. Cuando las poblaciones de peces se estaban agotando rápidamente, el gobierno restringió las prácticas de pesca y prohibió la pesca por completo en algunas áreas.

Las poblaciones de peces protegidas pronto se volvieron tan saludables que se extendieron a áreas donde se permitía la pesca. Estas zonas sin pesca dieron como resultado un aumento de las capturas para los pescadores y la recuperación de los arrecifes de coral. A nivel mundial, si se implementaran zonas de exclusión de peces en un tercio de los océanos del mundo, tendríamos todos los peces que necesitaríamos. La ONU está tratando de hacer precisamente eso: crear la mayor zona de exclusión de peces en aguas internacionales. Este es un solo ejemplo de lo importante que es mantener, restaurar, o “regenerar”, la biodiversidad del planeta.

Lo que hemos hecho

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A Life on Our Planet traza un mapa de cómo la destrucción súper acelerada de la naturaleza por nuestra parte hará que el planeta se vuelva totalmente degradado y estéril, y básicamente, inhabitable colapsando las poblaciones de biodiversidad. Desde los 50, las poblaciones de animales se han reducido a más de la mitad. El 70% de la masa de aves del planeta son aves domésticas, en su mayoría pollos. Los humanos representan más de un tercio del peso de los mamíferos en la Tierra y el 60% de los animales son los que se crían para comerse. El resto, representa solo el 4%.

Los humanos talan hasta 15 mil millones de árboles por año, lo cual ha provocado que el 30% de las poblaciones de peces se pesquen a niveles críticos y que las poblaciones de agua dulce disminuyan en más del 80%. El Ártico, uno de los lugares más fríos y remotos de la Tierra, ha experimentado una reducción del hielo marino en verano del 40% en 40 años.

No todo está perdido

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Aún no se pierde toda esperanza. Todavía tenemos tiempo para detener e incluso revertir el daño que hemos causado. A Life on Our Planet presenta varias soluciones bastante simples y factibles, que incluyen:
1. Reducir el ritmo al que crece la población mundial, debemos sacar a las personas de la pobreza, mejorar el acceso a la atención médica y educar a los niños y niñas.
2. Necesitamos cambiar a la energía renovable, un proceso que ya está sucediendo, aunque no lo suficientemente rápido. Ponen de ejempo que hace 20 años, Marruecos dependía del petróleo y el gas importados para casi toda su energía, hoy genera el 40% de sus necesidades a partir de fuentes renovables, y cuenta con la granja solar más grande del mundo. Attenborough pide la desinversión en combustibles fósiles por parte de las fondos y bancos.
3. Hay que reducir el espacio que usamos para las tierras de cultivo para hacer espacio para regresar a la naturaleza. La forma más sencilla de hacer esto es cambiar nuestra dieta. Si todos tuviéramos una dieta basada principalmente en plantas, dice David Attenborough, necesitaríamos la mitad de la tierra que usamos ahora.

Conoce más sobre David Attenborough y su proyecto aquí.