El toque belga y el olor a pan recién horneado llega a una de las calles más emblemáticas de la colonia Roma. Le Pain Quotidien, restaurante del chef Alain Coumont, abrió sus puertas justo en la calle de Monterrey, esquina con Álvaro Obregón.
Aquí podrás probar los deliciosos desayunos, ir por una bebida caliente o quitarte el antojo con el pan artesanal que ofrecen. Además es un lugar con una decoración rústica muy acogedora, perfecta para pasar un rato agradable con tus amigos.
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Si aún no lo conoces, es momento de hacerlo. Y para que sepas todo acerca de Le Pain Quotidien y lo nuevo que tendrán este año, Alain Coumont (chef y creador del restaurante) nos compartió cada detalle en una entretenida entrevista. ¡No te la pierdas!
¿Cómo ha sido el viaje desde la apertura del primer Le pain Quotidien? ¿Ha cambiado?
Todo empezó en Bélgica hace 25 años, así que es una larga historia. Fue más una panadería, porque horneábamos pan para el restaurant. Solo teníamos una persona que atendía, ella misma hacía el café y todo lo demás. Aunque también era restaurante, la mayoría de las personas llegaban por el pan. En Bélgica el pan es considerado uno de los alimentos principales.
¿Qué se siente ser el dueño de una marca tan reconocida a nivel mundial?
Creo que es algo que no pasa de la noche a la mañana. Hay muchos días en todos los años que lleva LPQ. Después te acostumbras, pero hay muchas cosas que debes que aprender, como a trabajar con varias personas porque al final todos son un equipo, delegar funciones y también a enseñar. Eres como un profesor y también debes transmitir tus conocimientos en la cocina. Es una experiencia gratificante, todo un proceso. Creo que nadie nace con ese saber.
¿Cómo perciben los mexicanos a LPQ?
LPQ se maneja en su mayoría por franquicias, y aunque no estoy constantemente en el país, los números no mienten y son muy buenos. Desde un punto de vista de negocios, LPQ es un gran éxito y a los mexicanos les encanta.
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¿Los sabores son los mismo que en cualquier otro LPQ del mundo?
Tratamos de mantener el concepto en todo el mundo. Sí, hacemos algunos ajustes de un país a otro, sobre todo en los ingredientes. Pero nos tenemos que adaptar al sabor local y lograr que sean productos sencillos de conseguir. Es encontrar un balance sin perder la identidad original de Le Pain Quotidien.
¿Cuál es el secreto de LPQ? ¿Qué los diferencia de los demás restaurantes?
Es muy fácil: la combinación entre comida, decoración y una buena ubicación. El concepto que manejamos es muy sólido, las personas saben bien qué queremos proyectar. Pueden venir y disfrutar de un delicioso desayuno o pasar por un café antes de ir al trabajo. Tenemos un muy menú flexible, con opciones orgánicas y vegetarianas. Por eso nos visitan regularmente. Somos ese restaurante que está a la vuelta de la esquina.
¿Qué es lo nuevo del menú?
A través de los años hemos evolucionado. En Francia, por ejemplo, queremos incluir productos sin gluten. Estamos experimentando con diferentes tipos de harina. Queremos seleccionar harina mucho más pura, no tan procesada, para que todos puedan disfrutar de nuestro pan hecho a mano. Volver a los orígenes de la Masa Madre (ancient type of wheat) y que nuestro cuerpo pueda asimilar mejor los alimentos. Este ingrediente, gracias a su calidad, tiene un mejor sabor y más nutrientes.
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¿Cuál es tu pan favorito?
Nuestro pan estrella. Es el que pesa dos kilos y está hecho con masa madre. Es un pan típico que hacía mi abuela, y fue justo el pan con el que comenzamos en Bélgica.
¿Cuál es tu recomendación para quien visita LPQ por primera vez? ¿Qué deben probar?
El platillo que deberían probar es el omelette de espárragos con queso de cabra y pan orgánico. Uno de los más vendidos en la ciudad por su delicioso sabor.
¡No te pierdas la sesión completa en nuestra galería de fotos!
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