Mitski es una de esas rarezas musicales que aparecen cada generación. Su voz nos puede llegar a lo más profundo del corazón, sus letras son inteligentes, divertidas y al mismo tiempo cargan con una nostalgia de alguien que parece mucho mayor que ella. Finalmente, su música es la prueba de que la perfección se alcanza con el tiempo.
Laurel Hell llegó en el momento correcto para la cantante. Después de demostrar qué tan alto podía llegar con discos como Puberty 2 o Be the Cowboy, nos entrega Laurel Hell, un disco lleno de matices que se unen bajo la bandera del dreampop para hacernos soñar con temas de amor y su propia carrera como artista.
Mitski es una artista autoreflexiva y en sus canciones se dirige a sus fans para explicar los problemas que su temprana fama le ha traído. El dolor de alcanzar tus sueños y saber que no es suficiente, de lograr una carrera artística como alguien reconocido, pero entender que el dolor no se va, es parte del nuevo disco de la cantante, quien en su sexto disco de estudio puede hacer lo que quiera sin tener que complacer a nadie.
El resultado es un estudio de su propio pasado, trabajo y del miedo que tiene por el futuro. Todo esto está cargado de un sonido cada vez más refinado, con una producción impecable que refleja la madurez de Mitski y el camino que ha decidido tomar, uno donde no compromete nada de su trabajo por las expectativas comerciales y donde sale victoriosa, pues canciones como The Only Heartbreaker, Everyone o I Guess son verdaderas obras de arte.
Sin embargo, debemos mencionar Love Me More, una canción que raya en la perfección, desde su longitud hasta su estructura, es una canción pop donde cada elemento aparece en el momento perfecto para construir una secuencia que nos hace pasar de un sueño profundo a una pista de baile. Esta canción es la muestra de que cuando hace lo que desea, un artista realmente sobresale.