El nacimiento a través de la competencia garantiza que uno nunca descansará hasta encontrarse en el primer lugar, y al llegar ahí, tendrá que hacer lo imposible por mantenerse, pues al haber logrado lo imposible, ya habrá inspirado a muchos otros para hacer lo mismo y quitarle su lugar.
Esa no es la historia oficial de Lamborghini, pero es sabido que nació buscando ganarle al que entonces era el rey indiscutible, Ferrari. Las marcas italianas no compiten sólo por una razón (mientras la industria automotriz estadounidenses hablaba de fuerza y la japonesa de eficacia), ellas buscan ser las más rápidas, las más bellas, con un diseño que se equipare al de una obra de arte… en pocas palabras, siempre buscan ser las mejores.
Ahí radica que Lamborghini apenas lleve 10 años en México. La firma nació en 1963 pero su expansión ha sido más lenta que el de muchas otras marcas, no por la incapacidad de venderse, sino porque cada auto es una obra en si misma y así fue como en el festejo de su primer década en México, Lamborghini lo demostró con una “corrida de toros contemporánea” en la que en lugar de usar un animal de verdad, el símbolo de Lamborghini fue toreado en la mítica Plaza de Toros Monumental de Ciudad de México.
Lamborghini México, junto a Grand Chelem, distribuidor de la marca en el país, celebraron con la presentación de cuatro autos Huracán EVO Messico Dieci que resaltan la cultura mexicana, pero tal como lo dijo el vocero de la marca Federico Foschini, no querían hacer algo básico como darle los colores de las banderas que unen a ambos países, en lugar de eso, los modelos se trabajaron a través de Ad Personam, el servicio de personalización de Lamborghini dándonos los cuatro autos, Vita (vida), Morte (muerte), Sogno (sueño) y Tempo (tiempo).
Vita es un auto en color verde Hydra que aunque no es el color oficial de las banderas, es lo más reminiscente a éstas. Morte está en un Azul Blu Astreus acabado en mate que representa la muerte. Sogno es el sueño y en México el sueño y la muerte se entrelazan como en pocas otras culturas. Su color azul claro Blu Symi lo hacen perfecto para este concepto. Finalmente Tempo nos lleva en un viaje por el tiempo, pero no hacia el pasado, sino por lo que está por venir, por los 10 años transcurridos, pero sobre todo por el tiempo que falta para México y Lamborghini.
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