El plástico pasó de ser una bendición a una comodidad que todos utilizábamos a uno de los principales enemigos en contra del planeta y uno de los mayores riesgos a enfrentar en el siglo XXI. El plástico se ha convertido en una bomba de tiempo para el planeta Tierra y todas las criaturas que vivimos en él, por lo que cada acción a favor de reciclarlo y removerlo de las áreas naturales es imprescindible.
En Kenya, una mujer está combatiendo la crisis del plástico de manera inteligente, pues además de limpiar áreas naturales y evitar que continúe contaminando, lo recicla para crear ladrillos de plástico que sirven para ayudar a las comunidades más necesitadas de la región.
Nzambi Matee es la mujer detrás de la empresa Gjenge Makers ubicada en Kenya y enfocada en la transformación de plásticos a ladrillos de distintas densidades y colores, mismos que son mucho más ligeros que el concreto, pero más duraderos y estables que el hormigón. Ella es una ingeniera que ha demostrado que el orden establecido no sólo es anticuado sino peligroso y su propuesta ya ha ayudado a reciclar más de 20 toneladas de plástico, este año apuestan por terminar con 50 toneladas recicladas.
Además, la empresa realmente es socialmente responsable, pues hasta ahora ha creado más de 112 trabajos para mujeres y grupos juveniles que muchas veces no encuentran una manera digna de ganarse la vida. La empresa también sigue los lineamientos de la ONU para buscar un planeta mucho más sustentable. De los 17 puntos a seguir, Gjenge Makers tiene como base el 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 9 (industria, innovación e infraestructura) y el 11 (ciudades y comunidades sustentables).
El trabajo de Nzambi Matee y su empresa son la prueba de que podemos encontrar alternativas a las industrias que más contaminan, que podemos apoyar a las comunidades y los grupos vulnerables desde el emprendimiento y que todos podemos poner de nuestra parte para combatir el cambio climático.