La Vista: el bar de vinilos escondido en la Roma Norte

Seré muy franco, de las cosas que más disfruto es de la comida y el vino, siempre con buena compañía y buena plática. Sí, me gusta la música y un buen trago también, pero no suelo frecuentar bares. Las multitudes, el ruido y la pose no me hacen muy feliz. Pero hay que conocer de todo así que cuando me propusieron ir a La Vista, acepté con gusto, aunque reservamos temprano para hacer acto de presencia y escapar prontamente. Vaya sorpresa que me llevé…no cabe duda que es muy cierto eso de que más pronto cae un hablador que un cojo…

La Vista es un pequeño lugar en la Roma Norte, discreto, casi secreto, abierto a aquellos que saben buscar.
Un lugar elegante pero sin presunciones, se siente más como la sala del amigo melómano de gustos impecables y refinados, donde puedes ir a disfrutar de los vinilos, una buena plática y una coctelería diferente y simplemente espectacular.

La historia de La Vista, uno de nuestros listening bars favos

Todo está diseñado y curado para que tu noche sea una experiencia distinta y especial. Un listening bar cuya acústica fue pensada por el arquitecto español Marco Villa Mateos, y el sistema de sonido fue creado a la medida por H.A.N.D. Hi-Fi, desde Berlín. Acá la fidelidad no es un lujo, es la base y con el mismo cuidado y cariño parte todo lo demás…cada noche (de jueves a sábado porque esos son sus días abiertos) se presenta un DJ diferente para relatarnos una historia musical especial, diferente que te hace fluir sin darnos cuenta del paso de tiempo.

Pero, ¿quiénes están detrás de este proyecto? Mia González, que más que un bar quiso crear una sensación nutrida desde las playas de la Riviera Mexicana donde creció, hasta las pistas de de la escena underground de Nueva York. Mitad mexicana, mitad americana, creció entre dos mundos. Su infancia estuvo marcada por la música—no cualquier música, sino la que vivía en el escenario. Su padrastro era una estrella de rock y su casa estaba llena de músicos, sesiones nocturnas y ecos de historias de la carretera. 

En los 90, su madre formó parte de la escena house de Chicago, rodeada de figuras como Frankie Knuckles y Bad Boy Bill. Creció entre leyendas que moldearon la música electrónica de baile. Vivió los raves de Berlín y los loft parties de Nueva York. Pero a pesar del caos, Mia siempre fue una introvertida. Amaba tanto los momentos de calma como los de desenfreno. Este contraste se convirtió en el ADN de La Vista: un bar que comienza con susurros sobre velas y, a veces—solo a veces—, estalla en algo indomable.

Sé que esto suena como el press release para La Vista, sin embargo, es justamente lo que sucede cuando entramos. Pasamos del ruido de la calle y el puesto de tacos de la esquina a través de una pequeña puerta negra para adentrarnos en un espacio que inmediatamente se percibe especial.

El corazón del lugar es la consola y del lado opuesto una pequeña barra donde un muy joven mixólogo alemán llegado a la CDMX por vía de Francia y California (en realidad de muchos más sitios que he olvidado por su culpa) ha logrado, con el equipo de La Vista y su manager Diego, una carta de bebidas fuera de este mundo. La calidad ante todo. Una interpretación fresca y nueva de viejos clásicos, otros que francamente me sorprendieron y la oportunidad de probar algunas bebidas sumamente especiales, entre ellas un mezcal – el mejor que he probado – de un lote de tan solo 18 litros, que es un must si eres fan de este elixir, pero vayan ya que de esos 18 litros originales quedan muy pocos.

Qué pedir

La plática fluyó, la música vibró y probamos cocteles inmejorables con ginebra, whisky, uno de mis favoritos, un Moscow Mule con un twist interesante, mezcal y hasta sake. Pero eso sí, hay drinks para todos los gustos y estilos, y siempre van incorporando nuevos tragos a su menú. Otro que tienes que probar es el Oolong Spritz, con St Germain, Oolong y burbujas, o el Cynar Tonic, con Cynar, Yuzu y burbujas. Nuestras intenciones de una escapada tempranera se desvanecieron muy rápidamente platicando con los nuevos amigos de La Vista, disfrutando de la música y ese vibe tan especial del lugar. Lo único que no nos tocó pero que ya está disponible, es un menú de entradas y platillos para acompañar los tragos por los que amenazamos volver dentro de muy poco que son los siguientes:

  • Bikini sandwich
    Pan brioche tostado con jamón serrano, mezcla de quesos, un toque de trufa negra y papas fritas crujientes al lado.
  • Deviled toast
    Tostada de masa madre con cremoso de huevo, mostaza artesanal, scallions y pepino persa.
  • Blinis
    Pequeños discos suaves con cremoso de cebollín, queso de cabra, jitomate deshidratado, caviar e ikura.
  • Papitas cambray en chiles
    Servidas con queso crema batido y una cucharada generosa de caviar.
  • Aceitunas

Este listening bar es un verdadero must si te gusta la buena música pero a la vez te gusta poder platicar con tus amigos, de la buena bebida y de espacios acogedores y de buen gusto. Espero te animes a visitarlo pronto.

FYI: se encuentran abiertos de jueves a sábado de 19:00pm a 2am.