Por Alba Aguilar
Esa magia que sucede cuando se junta una ciudad colonial, una fiesta nacional y una diversidad cultural amplísima, es lo que atrae a más de 26,000 turistas a la ciudad de San Miguel de Allende para festejar el aniversario del grito de Dolores.
Quienes ya lo han vivido, repiten la experiencia año tras año porque nunca es igual, siempre hay algo nuevo.
La Directora de Fomento Económico y Turístico de San Miguel de Allende, María José Garrido, lo reafirma: “Cada restaurante, bar, teatro, todos los espacios de San Miguel hacen del grito su propio grito.”
La celebración es en cada rincón de la ciudad, cada puerta, de cada calle, guarda lo que puede ser la noche de sus vidas. Desde el Jardín Principal, hasta 15 cuadras a la redonda, se puede vivir un gran ambiente de interacción entre más de 63 culturas locales y visitantes, que conmemoran el inicio del movimiento que llevó a nuestro país lo que es hoy.
Festivales taurinos, shows ecuestres, fiestas, comidas, cenas… no faltará qué hacer durante tu estancia en la ciudad. Y todo, con el sello y sabor que sólo los mexicanos sabemos poner en este tipo de eventos.
Y aquellos que no han tenido la oportunidad de visitar una ciudad tan emblemática para festejar esta fecha así de importante, deben considerar que es una gran aventura que incluye muchísima diversión, cultura, sorpresas, y sobre todo se quedará en su memoria para siempre.
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