Por Alba Aguilar
Prendas que usamos en el día a día tienen una historia que muy pocos conocen. Un gran ejemplo es la tradicional playera polo. Una pieza tan común, que podríamos asegurar que todos tenemos aunque sea una en nuestro clóset.
Éste ícono de la moda internacional tuvo su origen gracias a René Lacoste, jugador de la Copa Davis. Él la creó para tener mayor libertad de movimiento y comodidad durante sus partidos. La manga corta en punto blanco ligero, y el cuello de punto elástico fueron la base para lo que después se convertiría en la famosa ‘Polo Lacoste’.
Pero la fama no solo se la lleva la prenda. El cocodrilo también ha tenido un papel protagónico en su reconocimiento a nivel mundial. Un símbolo que se usó por ser el apodo de René, adoptado desde que apostó una bolsa hecha de cocodrilo en uno de sus juegos.
La Polo de Lacoste solo se fabricaba en blanco hasta 1950. Hoy en día está disponible en 55 colores y 90 variaciones por temporada, para hombres, mujeres y niños. Y ahora también es mucho más cómoda por su composición stretch.
Una pieza atemporal que representa un estilo elegante, pero casual… siempre.