La historia real detrás de Toxic Town, la película de Netflix

Netflix ha convertido uno de los mayores escándalos medioambientales del Reino Unido en una miniserie que promete impactar a la audiencia. Toxic Town es la representación de una lucha real, madres que descubrieron que su propio hogar estaba envenenando a sus hijos. La serie está basada en los eventos ocurridos en Corby, una ciudad industrial inglesa, donde durante años el descuido ambiental dejó una huella irreversible en la vida de decenas de familias.

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Great Corby, Carlisle, Cumbria, UK. View of lower village green, including primary school. Taken from ‘The Rash’.

¿Qué sucedió en Corby?

En la década de los 80 y 90, Corby en el condado de Northamptonshire, Inglaterra, fue un importante centro siderúrgico del país hasta que la industria cerró. Para regenerar la zona, las autoridades emprendieron un ambicioso proyecto de demolición y limpieza de residuos industriales. Sin embargo, en el proceso, toneladas de desechos tóxicos fueron removidos sin las medidas de seguridad adecuadas, liberando contaminantes peligrosos al aire y al agua.

Las consecuencias no tardaron en aparecer. En la siguiente década, varias madres empezaron a notar un patrón alarmante: sus hijos nacían con malformaciones en las extremidades. Algunos bebés nacieron sin dedos, con brazos más cortos o con discapacidades físicas graves. La conexión entre estos nacimientos y la contaminación ambiental fue inicialmente desestimada, pero la batalla de estas madres no se quedó ahí.

La lucha de las madres de Corby

Un grupo de madres afectadas se unió para exigir respuestas. Eran 19 las familias afectadas, no era una simple coincidencia: algo en su entorno estaba dañando a sus hijos antes de nacer. A pesar del escepticismo y las barreras legales, llevaron el caso a los tribunales, enfrentándose a las autoridades locales.

El punto clave de la batalla legal fue demostrar que la contaminación proveniente de la demolición de la industria siderúrgica estaba relacionada con los defectos congénitos. Después de años de lucha, en 2009, las madres de Corby lograron una victoria histórica: un tribunal falló a su favor, determinando que el Ayuntamiento de Corby había sido responsable de la exposición de la comunidad a sustancias tóxicas, lo que resultó en los defectos de nacimiento. Las familias recibieron una indemnización económica, pero nadie fue arrestado en conexión con el caso.

¿Cómo nadie se había dado cuenta antes?

El caso de Corby es un ejemplo de cómo la negligencia ambiental puede quedar oculta por años. Muchas de las sustancias liberadas durante la regeneración de la ciudad no eran visibles ni detectables fácilmente. Además, la conexión entre la contaminación y los nacimientos con malformaciones solo se hizo evidente cuando las madres comenzaron a compartir sus historias y a notar patrones similares.

Otro factor clave fue la falta de regulación y supervisión estricta en el manejo de desechos peligrosos. En muchos casos, las empresas y gobiernos locales priorizan el desarrollo urbano sobre la seguridad ambiental, sin considerar los efectos a largo plazo en la población.

El impacto actual y lo que sigue

Aunque el caso de Corby tuvo un fallo judicial a favor de las víctimas, la lucha por la justicia y la rendición de cuentas continúa. Muchas de las familias afectadas siguen enfrentando desafíos médicos y emocionales, y la historia de Corby ha servido como un precedente legal para otros casos de negligencia ambiental en el Reino Unido y el mundo.

Netflix, con Toxic Town, no solo revive esta historia, sino que también pone en el centro del debate una pregunta crucial: ¿qué tan seguras son nuestras comunidades frente a la contaminación industrial? ¿Cuántos otros “Corby” existen en el mundo sin que aún lo sepamos? Esta mini serie no es solo entretenimiento; es un recordatorio del poder de la comunidad y de la importancia de la justicia ambiental. Toxic Town está disponible en Netflix México desde el 27 de febrero de 2025.