El mosaico es sin duda una de las formas de arte más fascinantes de las que como humanidad, tengamos registro. Su creación requiere de destreza, minuciosidad y cuidado al detalle. Platicamos con Karla Silva, artista mexicana quien inicia una residencia especializada en esta disciplina en Turquía (El Simposio internacional de mosaico de Adana 2024), y que ha encontrado en estas pequeñas piezas, una forma única de crear imágenes y conceptos, que salen de lo común, siendo la única mexicana que participa en esta edición.
Lo que hablamos con la artista Karla Silva
¿Por qué dedicarse al mosaico? ¿De dónde viene este gusto por esta técnica milenaria?
Mi interés por el mosaico surgió de una experiencia personal que fue reveladora. Recuerdo con claridad la primera vez que visité Montmartre y la Basílica del Sacré-Cœur en París. La majestuosidad de su cúpula y la forma en que el mosaico parecía contar una historia a través de las pequeñas piezas que conformaban esa obra monumental me dejó impactada. Fue en ese momento cuando sentí la necesidad de aprender y explorar esta técnica.
Me enamoré del mosaico no sólo por su belleza visual, sino por su capacidad de transformar cualquier espacio, de conectar lo tradicional con lo contemporáneo y de ofrecer una sensación de permanencia y evolución. Desde entonces, he buscado maneras de reinterpretar esta tradición en un contexto moderno, utilizando tanto técnicas clásicas como innovadoras en mi práctica artística.
¿Cómo podríamos aprender más sobre la técnica del mosaico, especialmente en el contexto actual en México?
Aunque México tiene una rica historia artística y cultural, sorprendentemente, la técnica del mosaico no se ha desarrollado tanto en los últimos tiempos en comparación con otros países como Estados Unidos, Francia, Australia, Rusia o Turquía, donde se enseña incluso desde niveles escolares. En países como Argentina, por ejemplo, el mosaico es parte de la currícula desde el bachillerato. Sin embargo, en México, los espacios especializados son aún limitados.
A pesar de esto, se está gestando un renovado interés por esta disciplina. Pronto, Studio Musivo abrirá sus puertas en México, siendo un espacio dedicado exclusivamente a enseñar y promover el mosaico como una forma de arte contemporáneo. Esto ofrecerá a los estudiantes y artistas una oportunidad única para aprender de manera formal una técnica milenaria que tiene tanto potencial en el contexto actual.
Hay talleres en Coyoacán o Satélite que ofrecen cursos similares, como el Vitromosaico, que aunque utiliza materiales y técnicas diferentes, sirve como una puerta de entrada para aquellos interesados en explorar esta disciplina.
¿Por qué crees que debemos ponerle interés a este peculiar tipo de arte?
El mosaico es una forma de arte que tiene una historia profunda y significativa, y aún en el contexto contemporáneo, sigue ofreciendo un sinfín de posibilidades creativas. Lo que hace tan peculiar al mosaico es su capacidad de unir lo antiguo con lo moderno. Al trabajar con pequeñas piezas, se construye una obra que es tanto técnica como simbólica; cada fragmento tiene un lugar y, juntos, forman algo más grande y complejo.
Debemos ponerle interés porque el mosaico no solamente es estéticamente poderoso, sino también increíblemente versátil. Puede aplicarse en espacios arquitectónicos, en intervenciones urbanas, en objetos decorativos, y en obras de arte que se convierten en narrativas visuales. Además, el proceso de creación es artesanal y, al mismo tiempo, permite innovar con materiales contemporáneos y sostenibles, lo que lo convierte en una técnica que dialoga perfectamente con las preocupaciones actuales sobre el medio ambiente.
En México, que tiene una conexión histórica con el mosaico desde tiempos prehispánicos, el redescubrimiento y la revalorización de esta técnica no solo permitiría preservar una tradición, sino que también abriría nuevas puertas para los artistas contemporáneos. El mosaico nos invita a ver el arte desde otra perspectiva, como algo que se construye fragmento a fragmento, en un proceso de transformación constante, tanto en lo visual como en lo simbólico.
¿Cómo has visto evolucionar esta práctica desde que comenzaste tu interés en ella?
Desde que me interesé en el mosaico, he visto cómo esta técnica ha resurgido con fuerza en el arte contemporáneo, principalmente a través de residencias artísticas en distintas partes del mundo. Países como Italia, Turquía y Argentina han promovido residencias para artistas y creadores de todo el mundo durante más de 15 años, ofreciendo espacios para experimentar y expandir el uso del mosaico en un contexto contemporáneo.
El norte de México también se ha unido a este movimiento, organizando su primera residencia y exposición de mosaico contemporáneo el año pasado, lo que indica que cada vez más lugares están promoviendo esta técnica. Turquía, en particular, está liderando estos esfuerzos con la creación de la colección de mosaico contemporáneo más importante del mundo, habiendo organizado ya cuatro residencias internacionales.
Además, ciudades como Chicago, Buenos Aires y Ravenna, con sus galerías y publicaciones especializadas, están apoyando este renacimiento. Todo este impulso global demuestra que el mosaico está encontrando su lugar en el arte contemporáneo, revitalizándose y abriéndose a nuevas posibilidades creativas.
¿Dónde podemos admirar el arte del mosaico en CDMX?
En la Ciudad de México hay muchos lugares donde podemos admirar la belleza del mosaico. Algunos de los más emblemáticos incluyen la impresionante fachada de la Biblioteca Central en la UNAM y el mural del Teatro Insurgentes. También puedes encontrar una fuente decorada con mosaicos en el Museo de Arte Moderno, así como en el paso vehicular a desnivel en el centro de la ciudad.
Otros puntos incluyen el edificio del Pantalón en Arcos Bosques y varios edificios en zonas como la Condesa, Roma y la Zona Rosa, especialmente aquellos construidos en los años 60. El arquitecto Mario Pani entre otros, conocido por sus aportaciones al desarrollo urbano, incorporó mosaicos en muchos de sus edificios, lo que deja una huella artística importante en la ciudad.
Cuéntanos de las residencias artísticas que has hecho para fortalecer el intercambio cultural con respecto a esta disciplina
Fui invitada a formar parte del primer simposio de mosaico de México, lo cual fue una experiencia profundamente enriquecedora. Tuve la oportunidad de trabajar junto a artistas a los que admiro desde hace tiempo, lo que me permitió aprender y compartir nuestras perspectivas sobre esta técnica milenaria. El intercambio cultural que se genera en estas residencias es invaluable; convives durante 15 o 20 días con personas de otras culturas, lo que enriquece tanto el proceso creativo como las relaciones personales.
Mi experiencia en México fue muy distinta a lo que estoy viviendo ahora en Turquía. Desde el idioma hasta la forma de relacionarse, todo es diferente, y esto añade una capa adicional de aprendizaje. En Turquía, la historia del mosaico está profundamente arraigada en la cultura, y formar parte de su desarrollo contemporáneo ha sido una oportunidad única para entender cómo cada país y cultura abordan esta técnica de manera distinta. Estas experiencias me han permitido fortalecer mi enfoque artístico mientras comparto y aprendo en un entorno de intercambio cultural constante.
¿Nos puedes compartir los nombres de algunas artistas que se dediquen al mosaico y que debamos tener en el mapa?
Hay muchos artistas destacados en el mundo del mosaico, y estos son algunos que se me vienen a la mente. Sonia King, pionera del mosaico en Estados Unidos; Aida Valencia, quien ha sido pionera en México y está haciendo un trabajo increíble desde Baja California; Guille Gómez de Argentina; Mireille Swinnen de Bélgica; Aude Fourrie de Francia; Giulio Menossi de Italia; Atsuo Suzumura de Japón; Jim Bachor y Gila Rayberg de Estados Unidos; y Luca Barberini de Italia.
Además, quiero mencionar a varios de los artistas que forman parte del simposio en el que participo, como @mosaic_menossi, @tiempodevioletas, @audefourrier, @saralafiura, @swiftly_swirling, @rosangela.k.gasparin.mosaics, @bukalemunart, y @sibel_akkaba. Aunque hay muchos más nombres importantes, estos son algunos referentes que vale la pena tener en cuenta en la escena contemporánea del mosaico.
¿Hay algo que te gustaría agregar con respecto a este tipo de arte?
Sí, me gustaría invitar a las personas a que se den la oportunidad de ver lo que realmente hay detrás del mosaico. Es un arte áurico, cargado de energía y emoción. Cada pieza lleva su tiempo y dedicación, y lo que emerge es algo lleno de vida, con su propia luz. Además, el mosaico tiene una capacidad única para perdurar en el tiempo, pero lo más interesante es cómo su significado y su impacto pueden cambiar según el contexto en el que se encuentre. Es una técnica que no solo crea imágenes, sino que también transmite una profunda conexión con su entorno y su historia.
Un profundo descubrimiento de una disciplina que podemos admirar en más partes de las que hemos reflexionado. El mosaico es un legado cultural mundial que ha resistido el paso del tiempo.
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