Por Mariana Rubio
Durante los últimos años mucho hemos escuchado de Jeff Koons. El que quizá sea el más influyente y propositivo artista moderno de nuestra época. Y su trabajo engalana algunos de los más memorables espacios públicos del mundo, pero pocas veces se ha podido apreciar todo su trabajo en un mismo lugar, como ahora.
Para los amantes del arte moderno, de manos del mayor exponente a nivel mundial del mismo, les tenemos una exposición como pocas veces se han visto en el mundo.
El museo Whitney de la ciudad de Nueva York, se convirtió en lo que pudiera ser lo más cercano a un templo a Koons. Es la primera vez que se monta una exposición de esta magnitud de un solo artista, ya que prácticamente todo el museo (con excepción de dos pisos), está inundado por el trabajo de Koons.
Y debido a que el museo se estará mudando a su nueva casa en el Meatpacking District en noviembre, ésta será la última muestra en su actual icónica locación.
Las filas para entrar (dan la vuelta a la cuadra), son el preámbulo de lo que espera adentro. Miles de obras, de todos los tamaños, colores, texturas, técnica y con muy variados conceptos, nos hacen ver por qué el artista es considerado uno de los más grandes de nuestros tiempos.
Representando el lado más feliz de la vida, cada una de las obras de Koons, le rinden tributo a alguna etapa feliz de la vida humana. El amor, los cumpleaños, los nacimientos, entre muchas otras etapas, son solo algunas de las que están representadas en cada una de sus obras.
La muestra está en Nueva York desde el 27 de junio, y hasta el 19 de octubre. Y estará en el Centre Pompidou Musèe national dè art moderne, París (Noviembre 26-2014, Abril 27-2015) después irá al Guggenheim de bilbao (Junio 5-2015, Septiembre 27- 2015).
Sígueme en @marianarubio.