DIY: Cómo hacer tu propio jabón exfoliante con café, en casa

Si lo pensamos positivamente la cuarentena se hizo para descubrir nuestros talentos más ocultos. Muchos ya han comenzado a cocinar, algunos otros están aprendiendo a pintar o tocar un instrumento, mientras que otros se volvieron los más activos con rutinas de ejercicio en casa. Los que prefieren las manualidades, pueden optar por aprender a hacer sus propios productos de cuidado personal, cosa que servirá también para reducir su consumo de plásticos innecesarios.

Además, a diferencia de los jabones comerciales, los jabones caseros están hechos con ingredientes naturales y con las fragancias que sean mejores para tu piel y amigables con el planeta. En pocas palabras, estarás seguro de cada uno de los ingredientes que pondrás en contacto con tu piel. Lo mejor de todo es que en realidad son fáciles de hacer (tienes que estar consciente de experimentar hasta lograrlos) y un lote puede durarte hasta meses.

La siguiente receta incluye un poco de aceite de coco y aceite de oliva como base + café molido y salvado de avena, que actúan como exfoliante natural y le da un delicioso aroma. Puedes agregar también algunos aceites esenciales como vainilla, almendra, lavanda o menta y usar los moldes que tengas a la mano (asígnalos únicamente para esta actividad) o comprar un par por internet.

Ingredientes:

– 250 ml de aceite de coco
– 370 ml de aceite de oliva
– 90 gramos de sosa caústica (hidróxido de sodio)
– 233 ml de café
– 1 cucharada de restos de café molido
– 1/3 de taza de salvado de avena

Instrucciones:

1. Ponte equipo de protección (guantes, lentes protectores, mascarilla facial) y asegúrate de estar en un área bien ventilada. Agrega la sosa caústica al café y revuelve para disolver. (Siempre agrega la sosa al líquido, no al revés). Esto iniciará una reacción química y la mezcla se calentará bastante. Reserva. Puedes quitarte las gafas y la máscara facial en este punto, pero los guantes deben permanecer puestos.
2. Derrite el aceite de coco a fuego lento hasta que no queden sólidos, luego, agrega el aceite de oliva.
3. Con un termómetro de acero inoxidable, verifica la temperatura de los aceites. Compara con la temperatura de la solución de sosa caústica y ajusta hasta que estén dentro de un grado o dos o entre sí, entre 100 y 110 grados.
4. Vierte la solución de sosa y café en los aceites y usa una batidora de inmersión para emulsionar hasta que la mezcla comience a espesarse y la textura se parezca a un pudín. Este proceso tomará de 5 a 10 minutos.
5. Una vez que el jabón se haya espesado, agrega el café molido y el salvado de avena con una cuchara/espátula de acero inoxidable y revuelve.
6. Vierte lentamente la mezcla en un molde de jabón. Levanta y golpea ligeramente el molde varias veces para liberar burbujas de aire. Cubre con papel pergamino y luego envuelve todo el molde con una toalla para aislarlo.
7. Después de 24 a 48 horas, retira la toalla y saca el jabón del molde. Si usaste un molde grande en lugar de moldes individuales, deja reposar la barra de jabón durante otro día para que se endurezca aún más antes de cortarlo en barras pequeñas. Cualquier cuchillo afilado funcionará para cortarlo y puedes utilizar un pelador de verduras para alisar los lados.
8. Después de cortar el jabón en barras, deberás dejar que se curen en un área fresca y bien ventilada durante cuatro semanas. Esto permite que el jabón termine la saponificación y que todo el exceso de agua se evapore. ¡Antes de que te des cuenta podrás disfrutar de tu nuevo jabón!