Machu Picchu y más allá: 5 razones para visitar Cusco

Machu Picchu se roba toda la atención, pero este emblema de Cusco y de todo el Perú es uno de muchos lugares mágicos que vale la pena visitar en la zona. Cusco es una ciudad en los Andes cuya historia se remonta a hace más de cinco siglos y es una de las más antiguas de América. La cultura Inca se respira y se vive todos los días en Cusco y se trata de uno de los sitios turísticos más importantes del mundo.

La ciudad se encuentra a una hora en avión desde Lima, y es un recorrido obligado para todos los que desean conocer Machu Picchu, uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y una de las siete maravillas modernas. Aquí te dejamos unas recomendaciones sobre lo que debes de hacer y dónde puedes hospedarte para sacar el mayor provecho a este viaje y no quedarte sólo con un viaje por Machu Picchu, sino con la experiencia completa de Cusco.

Plaza de Armas del Cuzco

Fue antiguamente un pantano, que durante la época de los incas fue secado y se transformó en el centro administrativo, religioso y cultural de la capital del imperio. Después de la conquista fue ocupada por los españoles, quienes lo rodearon de templos y mansiones construidas sobre los palacios incas de alrededor; en ella fue ejecutado Túpac Amaru II en 1781.

Actualmente es el núcleo central del Cusco moderno, rodeado por restaurantes turísticos, joyerías, agencias de viaje y los mismos templos del periodo de la conquista. Es una parada obligada de todo viajero. A pocos pasos de la Plaza de Armas se ubica el JW Marriott El Convento Cusco, un hotel instalado en lo que anteriormente fue el Convento Colonial de San Agustín del Siglo XVI, del cual se restauraron cuidadosamente algunas piezas y hoy es posible apreciar restos arqueológicos de los periodos Pre-Inca, Inca, Colonial, Republicano y Contemporáneo, lo que representa una experiencia cultural inigualable.

Ollantaytambo

A unas 2 horas por tierra desde Cusco se encuentra Ollantaytambo, un destino arqueológico Inca donde se puede apreciar la arquitectura monumental de los tiempos prehispánicos. Este pueblo fue la tierra real del Emperador Inca Pachacútec y hasta hoy es la única ciudad de esta cultura que cuenta con habitantes originarios. Los amantes de la historia no deberían dejar de visitar los restos del complejo de la Fortaleza Inca, uno de los pocos lugares donde los incas derrotaron a los conquistadores españoles en una importante batalla.

Cerca de Ollantaytambo, la recomendación es hospedarse en Tambo del Inka, A Luxury Collection Resort & Spa. La propiedad cuenta con cómodas habitaciones, un spa con piscina de relajación, gimnasio, restaurantes, amplios jardines y un variado menú de actividades. Además, es el único hotel en la zona con estación de trenes privada hacia Machu Picchu.

Machu Picchu

La aventura comienza abordando el tren hacia Aguas Calientes. Una vez ahí, se toma un autobús que en cuestión de unos 10 minutos lo dejará en la entrada de Machu Picchu, que recientemente se convirtió en el primer destino turístico carbono neutral del mundo. Durante su visita a este increíble complejo arqueológico, considerado una de las 7 maravillas del mundo, podrá admirar el fantástico paisaje, los templos, casas de oración, andenes y su fascinante arquitectura. El tour guiado dura alrededor de 2 horas, después de las cuales tendrá oportunidad de visitar la ciudadela por su cuenta. Entre los aspectos más destacados se encuentra Intihuatana, una roca con estructura única que fue utilizada por los Incas para predecir los solsticios, y el Templo del Sol, una estructura que muestra la piedra más fina del lugar.

Maras y Moray

De regreso de Aguas Calientes podrá instalarte en Cusco y desde ahí adquirir un tour de un día a dos sitios imperdibles como son las salinas de Mara y Moray. La leyenda dice que las más de 3.000 piscinas de sal de Maras son producto de las lágrimas de Ayar Cachi (‘cachi’ significa ‘sal’ en Quechua), quien era hermano de Manco Cápac, fundador del imperio Inca en Cusco.

Este lugar es famoso por la nutritiva sal rosada que es recolectada. La extracción de este mineral ha sido una tradición desde los tiempos del imperio Inca. El sitio arqueológico de Moray es conocido como el Invernadero Inca y se encuentra llena de sistemas de irrigación circular en las montañas. Esta ingeniosa técnica de agricultura llamada ‘Andenes’ (cultivo en terrazas formando gradas en las montañas) permitió a los incas cultivar en las colinas empinadas de Moray. Se cree que utilizaron estas terrazas circulares para conducir experimentos agrícolas, un ejemplo de la capacidad de paisajismo de esta civilización.

En esta segunda parada en Cusco la recomendación es hospedarse en Palacio del Inka, A Luxury Collection Hotel, esta mansión hotel-museo tiene casi cinco siglos de historia. La propiedad cuenta con 141 habitaciones de lujo, restaurantes, spa y gimnasio, así como 195 obras de arte de las épocas preinca, inca, colonial y republicana, expuestas en los pasillos.

San Blas

Ubicado dentro del Centro Histórico de Cusco, las calles empinadas y empedradas, los antiguos edificios con paredes blancas, las increíbles obras de arte de sus famosos artesanos y un mirador desde donde puedes ver toda la ciudad de Cusco son solo algunos de los grandes atractivos del barrio de San Blas, al que se llega caminando desde la Plaza de Armas, por la cuesta de San Blas. Solo caminar por sus calles ya es un placer. Después de un paseo por el barrio, de camino al centro no deje pasar de tomarse una fotografía en el Arco de Santa Clara y almorzar en el famoso Mercadeo de San Pedro.