Una grabación con una llamada telefónica de Porfirio Díaz, la creación del primer sandwich en México, historias de famosos del cine de oro de México, luces tenues que nos transportan al pasado. El hotel Geneve es uno de los más antiguos de México y hoy se mantiene como un homenaje a una ciudad que ya no es mientras sigue funcionando como un hotel de primer nivel.
El Hotel Geneve se encuentra en el corazón de la Zona Rosa y eso no es coincidencia, pues fue el primer edificio en la zona gracias a que debajo de él hay un pozo de agua. Esto sirvió para que el hotel pudiera ser construido y tuviera una corriente de agua para dar abasto a todas las habitaciones.
Fundado en 1907, el hotel ha sido parte de la historia de México. Se trata del primer hotel en ofrecer servicio de taxi, operadora, tintorería, agencia de viajes, elevador, cancha de tenis, peluquería; así como teléfono y baño en cada habitación.
Hoy, el hotel funciona de manera normal pero también sirve como museo donde puedes encontrar obras y artefactos donados por la fundación Soumaya. Pasando el vestíbulo y afuera del bar principal, hay distintas piezas históricas que hablan del hotel, las personas que se han hospedado ahí e incluso cuestiones importantes para la vida nacional. Entre esas paredes puedes encontrar una pieza de diseño que se encontraba junto a la cama de Frida Kahlo el día en que murió, o artículos de Winston Churchill cuando visitó México y se hospedó en el Geneve.
Si necesitas prueba de la importancia del Geneve en la historia mexicana, el 20 de noviembre de 1910, cuando Porfirio Díaz ya sabía del inicio de la Revolución Mexicana, él fue a desayunar al Geneve para aparentar que la estabilidad política del país se mantenía. La cuenta por el desayuno revolucionario fue de 30 pesos y 25 centavos.
En un ambiente de elegancia clásica, el Hotel Geneve se mantiene vigente con un vestíbulo adornado por libros antiguos, sillones clásicos y cómodos dignos para un photoshoot y un candelabro que ya no encuentras en ningún otro lugar. El tiempo ha cambiado la estructura del hotel, pero aún se mantiene el pabellón que separaba los dos edificios y cuyos vitrales con alusión irlandesa hacen que el espacio que ya cuenta con bastante naturaleza sea aún más verde.
Tal vez son famosos por servir el primer sandwich de México, pero la gastronomía del Geneve va mucho más allá y la cocina siempre está buscando reinventarse de acuerdo a la temporada.
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