Entre tantas barras de sushi y nigiri room, pocas propuestas exploran otros conceptos de la comida japonesa más allá del ramen y pescado crudo; uno de estos lugares es Hiyoko: el primer restaurante especializado en yakitori en México.
Es verdad, la comida japonesa ha llegado para quedarse y nos damos cuenta que —desde bares con vinilos y sake hasta el omakase tradicional— no existe tal cosa como suficientes lugares con inspiración de nipona mientras cada mes abre un nuevo local. Pero Hiyoko es el lugar de brochetas elaboradas para tener en el radar.
Esta barra de yakitori es una de las propuestas de Edo Kobayashi, el chef y restaurantero distinguido por recrear conceptos de inspiración nipona. Te platicamos todo lo que debes saber sobre esta auténtica experiencia gastronómica al estilo japonés.
¿Qué es el yakitori?
El yakitori es una de las comidas más populares en Japón y básicamente es son brochetas de pollo a la parrilla hechas con trozos pequeños (bite-size) de carne. En este concepto, se usa todas las partes del pollo, desde la pechuga y el muslo hasta la piel, el hígado y sí, otras vísceras.
La brocheta, que también se puede elaborar con carne de puerco, mariscos u otros ingredientes, se asa con binchotan, un carbón que no produce humo y que no modifica el sabor de la carne.
El yakitori, que comúnmente se prepara al momento por encargo, es ese platillo popular y accesible que se disfruta en el plan más relajado con una cerveza.
¿Qué pedir en Hiyoko y cuanto cuesta comer ahí?
En Río Pánuco 132, Col. Cuauhtémoc, con solo 15 asientos frente a la barra, Hiyoko ofrece un menú omakase con una selección curada de yakitori y otros ingredientes frescos, que se complementa con una variedad de cerveza, whisky, sake y vino.
Con ingredientes y vegetales de temporada, destaca el pollo orgánico. Este pollo proviene de Kobayashi Farm, una granja y criadero de la familia del chef Edo, donde se cuida meticulosamente la crianza y alimentación de los animales para garantizar el mejor sabor posible.
Los Kushiyakis que más disfrutamos son el Momo (pechuga de pollo), Bonjiri (rabito de pollo con salsa tari) y Butabara (pancetta con umeshiso y ciruela encurtida). Pero, entre su variedad de opciones, ya sea wagyu, pato, salmón y cerdo, este es el lugar para probar diferentes brochetitas.
Precisamente, gracias al carbón con binchotan, que no modifica el sabor de la carne, explorarás diferentes sabores y texturas incluso en un sólo platillo, como el Tocino jalapeño: pollo molido, cartílago y shiitake dentro de un jalapeño envuelto con tocino. Y sí, hay una variedad de opciones vegetarianas, incluyendo brocheta de aguacate.
Pero no puedes perderte su Elote baby, Enoki (hongo japonés con yuzu) o el Espárrago asado con una llama a 900 grados para lograr la cocción más fina posible y que los sabores exploten; se carameliza con la salsa de la casa.
Y para finalizar, los postres favoritos son el tiramisú de matcha y el pudín de vainilla con caramelo salado.
En el menú podrás elegir entre dos opciones. El omakase de yakitori, es una experiencia personalizada (un menú diseñado según las preferencias alimenticias de cada cliente) con una selección de brochetas japonesas elaboradas con ingredientes frescos y de la más alta calidad y temporada.
La otra opción es el menú a la carta, ideal para quienes prefieren crear su propia combinación de sabores. Entre las opciones disponibles se incluyen platos tradicionales como arroz gohan, ensalada de cilantro, edamames y onigiris.
El cheque promedio por persona es de $1,000 a $1,200.
¿Cuál es el mejor momento para ir?
Hiyoko abre sus puertas de lunes a sábado, de 12:30 pm a 11:00 pm.
Recientemente, Hiyoko sacó su nuevo menú Teishoku para disfrutar entre las 12:30 y 16:30. Además de los tradicionales yakitori, las charolas de teishoku son una interpretación japonesa de la comida corrida mexicana, que incluye un plato fuerte, guarniciones, sopa y arroz gohan.
Así que, para quienes buscan una opción de comida japonesa equilibrada, el teishoku es la alternativa. Disfrutas un plato principal, acompañamientos, arroz y sopa miso mientras escuchas jazz clásico en un lugar relajado y acogedor.
Por la noche, Hiyoko pasa a un ambiente pensado para una experiencia más íntima y sofisticada. Con iluminación tenue y hip hop de fondo es el spot para una cena con ese elemento con vibra de speak easy reservado, brindando un entorno único y envolvente.
Debe estar conectado para enviar un comentario.