Harry Styles dejó atrás su pasado como miembro de una boy band para convertirse en el sex symbol del siglo XXI. Claro, muchas de las fans que tiene desde esa época continúan amándolo hoy, pero el amplio espectro de seguidores que tiene en 2020 dista mucho de esos primeros años junto a One Direction.
Más que un producto de mercadotecnia (que es como muchos ven a los integrantes de una boy band) Harry Styles ha demostrado ser un artista completo, capaz de regalarnos canciones perfectamente producidas para darnos esa dosis de endorfinas que necesitamos todos los días.
En One Direction tuvo algo de control creativo, escribió algunas canciones y sin duda le dio dirección a la banda, pero su faceta como solista es donde realmente demostró lo que podía hacer con total libertad. Su controversial debut polarizó a la crítica, aquí estaba una estrella de pop tomando elementos de las mejores bandas de rock para sus canciones, y mientras algunos aplaudieron su trabajo, otros se negaron a ello y lo llamaron un farsante e incluso un fraude.
¿Qué podía hacer Styles sino lanzar un segundo disco que terminara con la conversación? Fine Line se ha convertido en uno de los mejores discos de los últimos años y sin duda podemos encontrar a un Harry Styles mucho más en sintonía con quién es, alguien que ha demostrado que le importa tan poco lo que digan de él que ha redefinido el concepto de rockstar en el siglo XXI.
Él es la suma de su experiencia y las influencias que ha recogido con el paso de los años, por eso más allá de una playlist con su música, te dejamos con una que recoge a esas influencias que han marcado al artista, la fuente de donde han nacido sus canciones y los diversos estilos que ha sabido aprovechar para crear su propia música.