Cuando Horacio ve a Daniela por vez primera, le viene a la mente una vieja canción y le dice, como quien canta el tango: “las tardecitas de Buenos Aires tienen un qué sé yo”. A partir de ese momento, sus corazones bailan pasionalmente y sin mesura, pero pronto descubren que sus latidos van a ritmos distintos; a destiempo.
El tango “Balada para un loco” inspira y es punto de partida de Piantao, obra protagonizada por Luciana González de León y Mario Alberto Monroy, dirigida por Sebastián de Oteyza y escrita por Enrique Navarro.
Desde la relación de un pintor argentino y una fotógrafa mexicana, la puesta inspirada en la composición del músico Astor Piazzola y el poeta Horacio Ferrer aborda la locura, la pasión, la tristeza, la felicidad exacerbada, la nostalgia profunda, la melancolía romantizada, el egoísmo y el machismo.
La puesta es también una crítica al cliché de los procesos creativos y artísticos –que idealizan la melancolía, el ego y la mal llamada “locura”– vista a través de la aparente pasividad de la fotografía y los arrebatos creativos de la pintura.
Las formas de habitar un mundo, los problemas para crear vínculos y un acercamiento a las neuro divergencias son otros de los temas de esta obra que guiña a otros intérpretes de tango como Rubén Juárez, Aníbal Troilo, Adriana Varela, a escritores como Julio Cortázar y Carlos Fuentes, y muestra destellos de la cotidianidad en la Ciudad de México.