Sobre los ajolotes, Julio Cortázar escribió:
Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaz de evadirse de ese sopor mineral en el que pasaban horas enteras. Sus ojos sobre todo me obsesionaban. Al lado de ellos en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar.
Axolotitlán es una asociación que nació en 2017 para proteger al axolote (o ajolote), en específico a la especie Ambystoma Mexicanum. La Noche del Axólotl busca concientizar a la gente de uno de los seres endémicos de la ciudad, uno de los bastiones de la identidad de una tierra con más de 500 años de historia, mismo que hoy se encuentra en peligro de extinción. Por eso este evento usará todo el dinero recaudado en trabajos de conservación del ajolote.
A través de una velada cultural en Xochimilco –hogar del ajolote–, en la que se hablará sobre esta pequeña pero importante criatura, la gente también se acercará a sus raíces a través de la creación de una ofrenda grupal, la proyección de una película y un viaje en trajinera por los canales de Xochimilco mientras escuchan leyendas tradicionales.
El 25 y 26 de octubre, así como el 1 y 2 de noviembre, este evento te llevará al sur de la ciudad por una buena causa, que además es perfecta para celebrar algo distinto este Día de Muertos.
Si quieres boletos puedes dar clic aquí.
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