Porque a veces el cuerpo sólo pide un apapacho repleto de queso, esta es una receta que no puedes perderte. Fácil y delicioso, con este grilled cheese, de dátiles y prosciutto al estilo español, hasta sorprenderás a tus invitados el día que no quieras complicar tanto el menú.
¿Cuál es la historia del grilled cheese?
Antes de que esta delicia clásica adoptara el nombre con el que la conocemos desde 1960, el “melted cheese” o “toasted cheese” ya era una receta centenaria e incluso aparece en textos romanos antiguos.
Desde la patente para pasteurizar el queso y transportarlo sin que se eche a perder hasta la invención de una cortadora de pan en Missouri en la década de 1920… múltiples avances se desarrollaron a favor de esta comfort food que, por cierto, tiene hasta su propio mes (abril) y día nacional (3 de septiembre en EU).
Mientras los franceses comenzaron a hacer sus propios croque monsieurs a principios del siglo XX para los estadounidenses La Segunda Guerra Mundial fue el boom de esta receta con la que se preparaban miles de panes con queso rallado gratinado para los soldados. En 1949, este lunch tuvo un upgrade cuando se introdujeron las rebanas de queso “Kraft Singles”. La gente empezó a hacerse su sándwich y así nació oficialmente esta joya, la cual ha sido preparada de diversas formas en todo el mundo: al horno, asado, salteado en una sartén con mantequilla o, como muchos los disfrutan hoy, en una plancha para waffles o paninis.
Las posibilidades para agregar ingredientes son infinitas, pero eso sí, el queso es el protagonista. Y es que, hasta se ha comprobado que puede ser adictivo, literalmente: el cuerpo descompone la proteína caseína en casomorfinas, que se adhieren a los receptores de dopamina en el cerebro. Y, fun fact, si se te antoja un grilled cheese de cena con cheddar, probablemente no tendrás pesadillas, ¡incluso dicen que diversos quesos causan diferentes sueños!
Pero, suficiente teoría. Te compartimos la receta completa.
Receta para un grilled cheese con dátiles y prosciutto
Tiempo del preparación: 50 min.
Ingredientes
- 1 1/2 cucharadas de mantequilla, temperatura ambiente
- 2 rebanadas de pan
- 85 gramos de queso manchego, en rodajas finas
- 60 gramos de jamón serrano (o prosciutto)
- 2 dátiles medjool, deshuesados y picados
Preparación
- Forra una bandeja para hornear con papel encerado.
- Unta mantequilla sobre las rebanadas de pan.
- Coloca una rebanada de pan en la bandeja (con el lado untado con mantequilla hacia abajo). Cubre uniformemente con la mitad del queso y el jamón rebanados; coloca los dátiles.
- Pon el queso restante y cubre con la otra rebanada de pan (con el lado de mantequilla hacia arriba). Refrigera durante 30 minutos (o hasta 8 horas cubierto y envuelto en plástico).
- Retira el plástico, calienta la prensa para panini y prepáralo hasta que quede dorado por ambos lados. Si no tienes paninera, puedes calentar una sartén a fuego medio alto; reduce el fuego a medio bajo y coloca en sándwich en la sartén y otra sartén encima con peso; cocina hasta que el sándwich esté dorado y el queso se derrita (3-5 minutos por lado).
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